Cannondale Topstone Neo SL 1: Destino, la aventura (Test)

Cannondale Topstone Neo SL 1: Destino, la aventura (Test)

Si hay algo que me atrae de la práctica del ciclismo es la sensación de libertad que nos da pedalear haya donde nuestras piernas nos lleven, descubriendo rincones que desconocíamos, disfrutando de la visión del propio camino recorrido. Con lo cual, más que el tipo de bicicleta concreto, disfruto de cada una de ellas explorando las posibilidades de recorridos que estas me conceden.

Por ello algunos aficionados, no conformes con las posibilidades que les brindaba el mercado de la bicicleta, comenzaron a fabricar híbridos entre bicis de carretera y bicis todoterreno, destinadas más a la aventura, a los grandes recorridos, con variopintos diseños personalizados, dando origen al “gravel”. Más pronto que tarde, los fabricantes han ido ofreciendo sus opciones a los clientes, creando gamas específicas que cubren todo el espectro de posibles clientes: Desde económicas de aluminio, de carbono pensado en competición alejadas del primigenio concepto del gravel, pasando por las de pedaleo asistido popularmente conocidas como eléctricas. En este último grupo es en el que encuadraríamos a nuestra protagonista del siguiente test: La Cannondale Toptone Neo SL1 (ver galería de fotos).

El día que nos llegó la Cannondale Toptone Neo SL 1 mi mente se abrió para intentar unir pistas, senderos y carreteras que hacía bien de tiempo que no transitaba o que con la bici de montaña no me parecían tan disfrutables (no tanto por el sendero en sí, sino por el recorrido previo que me parecía poco apetecible con la BTT), rebuscando enlazadas que ni se me ocurrirían realizar con la bici de carretera. Más que la excitación de usar la bici en sí, eran las posibilidades de recorridos que me brindaba, la ensoñación de esas rutas dibujadas en el mapa.

¿Entonces la bici es lo de menos en este artículo? En absoluto. La primera impresión tras montar la Topstone Neo SL 1 es de una bici atractiva por su color Ageve, las llantas sencillas de aluminio negro con los blancos de los neumáticos en beige. Tiene un cuadro de aluminio, con líneas clásicas y un manillar con poco drop (apertura o inclinación) muy del gusto de un carretero como yo. Carece de uno de esos hechos diferenciales de Cannondale (sus horquillas Lefty que sí llevan otros modelos superiores) ya que viene equipada con una horquilla rígida de carbono. Todo el cuadro viene con alojamientos para poder instalar parrillas, guardabarros y demás accesorios, típicos del gravel. El montaje de este cuadro es completo en el grupo de Shimano GRX 600 en su versión monoplato de 11 velocidades.

El sistema de asistencia al pedaleo es de Mahle XC35, un sistema que integra una batería 250w. en el interior del tubo diagonal del cuadro, con una ayuda máxima de 40 Nm y un motor que está localizado en el buje de la rueda trasera. Todo ello por un precio de 3.399€, en lo que la escala de este tipo de bicicletas, la encontraríamos en el peldaño inferior de la pirámide de este segmento de bicis. Pero que no os engañe esta última apreciación, porque a pesar de su “sencillez” puede darnos grandes momentos de disfrute sin necesidad de tanta parafernalia superflua. A mi modo de ver, de sentir el gravel, es un montaje más que digno, es lo que yo como consumidor le pediría a una bici de este estilo: robustez, fiabilidad, sencillez y tener un punto molón estético.

Desde el punto de vista del análisis y su comportamiento en ruta, tendremos que diferenciar entre dos aspectos de la bicicleta: La bicicleta y su sistema de asistencia.

LA BICICLETA

En cuanto a la bicicleta, fue una grata sorpresa comprobar cómo se comportaba la Topstone Neo en todos los terrenos, resultando muy cómodo su manillar y el diseño de las manetas de Shimano, donde se notaba la absorción y control de la bici. Quizás me costó un par de sustos entender que para un mejor descenso en los terrenos rotos la mejor opción era sujetar el manillar de arco inferior, pero una vez comprendido esto fue todo mucho más fácil. La zona posterior también era bastante cómoda, aunque tiene un pero, no tanto al diseño de su cuadro, sino con el hecho de cómo va distribuido el peso de la bici en sí, que explicaré más adelante.

Quizás os planteáis que con ese montaje del grupo Shimano GRX 600 en 1×11 se quede corto tanto en el llano como en bajada. Puede afirmar que en el llano o zonas que piquen para abajo podréis ir bien hasta los 40 km/h, más que suficientes en pistas y caminos a los que está destinada esta bici. Subiendo, podéis echar mano de las asistencias del motor que os ayudarán a superar cualquier escollo. En mi caso llegue a meterle hasta rampas cercanas al 30% en zonas rotas sin llegar a tener la necesidad de echar pie a tierra. Algo que me sorprendió de esta bici, es lo fácil que es de llevar en el llano a pesar del peso total de la misma y lo fácil que resultaba también llevarla en velocidades superiores a 25 km/h a partir de donde el motor deja de asistirnos.

El conjunto de las ruedas es de una calidad sencilla, pero robusto y estéticamente no desentona. En este caso, venían con cámara, pero la cubierta WTB Resolute TCS es «tubeless ready»; así que fue una de las primeras que hice con ella hasta incluso de estrenarla para optimizar así los niveles de absorción y comodidad de la bici, y evitar los tan odiados pinchazos. Estos neumáticos eran de 700 x 42, bastante rodadores, lo que los hacía muy indicados para el estilo de uso de la bici. La llanta trasera es algo más ancha que la delantera, para hacerla más resistente ya que ha de soportar directamente el peso y la asistencia que el motor realiza. Aunque resiste sin sobresaltos, si hacemos un uso más extensivo de ella, es probable que toque revisar de vez en cuando la tensión general de los radios para evitar sorpresas, ya que la fuerza y el peso del motor incide directamente en ella.

SISTEMA DE ASISTENCIA

¿Y qué podemos decir de la asistencia del motor? La Cannondale Topstone Neo SL 1 lleva como asistencia el sistema Mahle Ebikemotion XC 35, que también habéis visto en otras marcas generalistas. Es un sistema en el que en el tubo diagonal va alojada la batería de 250wh conectada a un buje motor que nos llega a proporcionar una asistencia máxima de 40 N.m.

Para regular los modos, así como para conocer el estado de la batería, tendremos un botón llamado iWoc One (también de Mahle) que se localiza en la parte superior del cuadro cerca de la zona de la dirección, al que llegamos fácilmente y que es visible en todo momento, por lo que la zona del manillar queda limpia, como en una bicicleta convencional, sin que tengamos que llevar una botonera extra como en otros sistemas. Todo el sistema del significado de las luces, activación de modos, etc, viene explicado perfectamente en un diagrama que viene con la propia bicicleta. El cargador de la batería es más recogido que otros y viene en una cajita estéticamente agradable y que ayuda a su posterior almacenaje.

Lo primero que me planteo personalmente es curiosear sus conexiones. ¿Y eso por qué? Es una bici de gravel, así que sufrirá de barro, polvo y agua. Si a eso le sumamos que muchos de nosotros residimos en pisos, y lavaremos con agua a presión en gasolineras, y que el mayor problema que tenemos en los talleres con las eléctricas suele ser en las conexiones, pues fue algo que por deformación profesional comprobé. En este caso me llevé una grata sorpresa ya que toda tiene muy buena pinta, con gomas que encajan a presión y que al menos dan la imagen de estanqueidad.

El segundo de los detalles a observar, para los que no están familiarizados con el sistema, es el anclaje de la rueda trasera. El guiado del cable que asiste al motor, es totalmente exterior, y por lo tanto fácil de desconectar en caso de pinchazo. Eso sí, antes de soltar la rueda, deberemos soltar tanto las sujeciones de los cables (llave allen de 3mm) para que el cable se descuelgue sin romper. Los cierres de las ruedas son también especiales, con opción de abrirlos con llave allen de 8mm o una de inglesa de 15 mm. Esto hace que cualquier pinchazo sea más engorroso, y que lleve más tiempo de reparación. Aun así, no es para nada una tarea imposible.

Como mencionaba anteriormente, yo tubelicé ambas ruedas, incluso a la rueda trasera recomendaría instalarle una nube, para evitar pinchazos por rotura de cubierta, o al menos, si no somos tan hábiles en mecánica, llevar a un punto de encuentro o incluso a casa sin tener que realizar ninguna otra tarea. Además, así podremos bajar la presión de la rueda trasera para que su comportamiento sea más cómodo, ya que al menos yo para evitar esas posibles rajas en los flancos al transitar por zonas de mucha piedra lo que hacía era llevar con más presión de la que sería recomendable, y por lo tanto hacerla más nerviosa en esa zona trasera.

Otra recomendación es evidentemente llevar siempre las herramientas necesarias para cualquier incidencia, y como en este caso son unas cuantas, no vendría mal una de esas bolsitas que se colocan en la zona del manillar ya que os permitirá ir a la moda y además seguros de que podéis volver a llegar a casa completando vuestra salida con éxito.

SOBRE EL TERRENO

Pero después de tanta cháchara, ¿cómo se comporta sobre el terreno? ¿Qué tal resultado da? ¿Cuántos kilómetros de autonomía tiene la batería? Tengo que decir que es el sistema más “natural” de asistencia que he probado, ya que en ningún momento sientes que la bici te lleva como en otros que habría probado de BTT en que sus modos turbos directamente te suben, y tu solo empujas levemente los pedales. Fue frustrante quizás compararme en alguna subida cementada con algún otro ciclista que subía en su e-bike, y ver como estos te superaba claramente con sus entre 75 y 85 N.m. En este caso recordemos que su ayuda máxima será de “solo” 40 N.m de ahí su “naturalidad”.

El sistema Mahle dispone de tres modos de asistencia y uno extra si disponemos de monitor cardiaco y la app emparejada al móvil. La primera ayuda es sencilla, casi ni la percibimos, es muy sutil. El segundo nivel de asistencia es la sensación de estar en plena forma, y poder subir bastante más rápido y fácil por pendientes y, si estamos en zonas técnicas, la arrancada de la pedalada será muy plácida, con lo que ahorremos bastantes fuerzas. El turbo ya es casi magia subiendo, aun así, requiere de algo más de control en zonas técnicas. Vuelvo a recordar que es más natural y, por lo tanto, cuando las rampas se empinen, en ningún caso sentiremos esa sensación de empuje mágico, y que esas rampas nos seguirán haciendo sufrir, solo que las subiremos más rápido, nada más.

En cuanto a la autonomía, es algo complejo de explicar, ya que hay factores externos como el estado de forma del ciclista, tipo de recorrido, desnivel, tiempo que pasemos en cada modo de asistencia, que harán variar notablemente la duración de esta. Lo que sí que puedo decir es que me sorprendió muy gratamente, ya que en principio y dado los números de su batería (250w) cualquiera pensaría que duraría menos que una de BTT, pero para nada fue así, incluso llegaba siempre con sobrante, y lo que realmente no disponía era de tiempo para poder dejarla a cero.

Basta citar como ejemplo que en una salida de tres horas por zonas de pista y senderos fáciles con repechos llegué a usar solo un 40% de la carga, usando eso sí muy tímidamente el segundo nivel de asistencia, para 70 kms y 900 m. de desnivel. El día que más abusé de él estuve casi 1 h 30’ continuados (no llegaba al trabajo, pensaba), por caminos y sendas ascendentes en una vuelta de 2h 30’ con subidas más largas, llegué a usar el 65% de la carga total para un total de 50 kms y 1.000 m de desnivel.

Y nos queda decir que, como todos los sistemas, este también tiene una app propia. En ella podremos emparejar nuestra bici, grabar nuestros recorridos, descargar mapas y usar nuestro móvil con un GPS convencional. Un par de datos interesantes es que con la app y un monitor cardiaco con conexión bluetooth podemos usar otro sistema de asistencia, que este caso vendrá el nivel de asistencia será regulado por nuestro pulso, algo que probé en una salida sin convencerme excesivamente ya que la asistencia entraba cuando empezaba a estar asfixiado, y en subidas cortas, casi ni entraba. Es quizás, algo a pulir, aunque es un concepto interesante. Otro detalle a pulir es el cómo emparejar la bici ya que para nada resulta intuitivo de primeras.

Un dato interesante de usar la aplicación en la grabación de la ruta es que si surge alguna incidencia en la ruta (el color del iWoc one se pondrá en rosa) quedará grabado un código que nos facilitará a los talleres conocer la incidencia concreta y llegar más fácilmente a la solución adecuada.

Quizás nos resulte más fácil emparejarlo con nuestro GPS convencional, y en él podemos ver el nivel de asistencia (los modos serán el 0 para la no asistencia, 2 para el primer nivel, 4 para el segundo y 7 para el tercero), el nivel de batería restante y un cálculo de los kilómetros que podemos hacer con esa carga.

En definitiva, la Cannondale Topstone Neo SL 1 es una bicicleta hecha para disfrutar de las grandes distancias, por diferentes terrenos de una manera confortable que nos acercará más fácilmente allá donde queramos llegar; una bicicleta hecha para la aventura.

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