¿Se puede cambiar de equipo a mitad de la temporada?

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Chris Froome, en una reciente concentración con su equipo. Foto: Team Ineos / Russ Ellis

La noticia de la posible salida de Chris Froome del equipo Ineos en mitad de la temporada 2020 ha generado un pequeño terremoto en el mundo del ciclismo profesional. Pero, ¿puede un corredor cambiar de equipo a mitad de la temporada? Lo cierto es que sí, pero con matices.

La normativa de la Unión Ciclista Internacional se basa en un principio básico: los cambios de equipo no son bien acogidos. Es más, el paso de Sergio Higuita desde la Fundación Euskadi al Education First ya no fue bien visto por parte de la propia UCI en 2019 a pesar de que era un acuerdo firmado por todas las partes y en las que no había nadie perjudicado. Por lo tanto, el criterio principal es el antes señalado: la UCI no quiere cambios a mitad de año. Aunque como suele ocurrir en Suiza, siempre hay excepciones. Rohan Dennis pasó del Garmin al BMC en agosto de 2014 y Carlos Verona del Etixx-QuickStep al Orica-GreenEdge en 2016, por ejemplo.

El primer requisito imprescindible es que Ineos y Froome deben estar de acuerdo en esa salida. Es más, deben firmar por escrito una carta de rescisión del contrato que les une a las dos partes. Al mismo tiempo, Froome debe firmar el contrato por su nuevo equipo para el resto de temporada, justo desde el día que rompa con Ineos. Y, por último, las tres partes deben firmar una acuerdo tripartito donde el equipo Ineos, Froome y el nuevo equipo resuman los datos fundamentales y la voluntariedad de los pasos dados.

En ese maraña de acuerdos deben cuantificarse los datos básicos de la transacción. Es decir, Ineos debe concretar cuánto dinero del previsto en el contrato de 2020 se ha pagado a Froome y si en el momento de la firma quedan cantidades pendientes de pago. El nuevo equipo debe también cuantificar a cuánto asciende el contrato para la temporada 2020. Y los dos equipos deben cuantificar si hay pagos entre ellos o si no los hay, es decir, si se paga traspaso por la salida. Todo ello tendrá otras repercusiones legales. Por ejemplo, el nuevo equipo debe avalar el 25% de los sueldos de toda la plantilla. Si firman a Froome y lo hacen por una cantidad alta para este año 2020, es más que probable que se vean obligados a presentar una ampliación del aval bancario.

El otro gran problema para el cambio de equipo es el tema de la ventana de fichajes. La UCI no quiere que un corredor pueda cambiar hasta el 1 de agosto. Pero esa ley tampoco tiene lógica alguna en estos momentos de coronavirus, entre otras cosas, porque no hay prácticamente carreras durante julio y todos los equipos van a arrancar motores con el verano.

En resumidas cuentas, la operación es legal pero no es sencilla. Son muchos los pasos que deben ser dados y todos parten de una premisa: si Team Ineos o Froome no están de acuerdo, no se puede seguir avanzando. A partir de ahí, todo es posible… si hay dinero, que es el verdadero obstáculo en este posible divorcio: ¿quién puede en plena crisis del coronavirus encontrar el dinero suficiente para pagar a Froome?

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