El misterio Dumoulin: Estará un año entero en blanco

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Dumoulin, de calle, el día antes de la Volta a la Comunitat Valenciana. Foto: Team Jumbo-Visma

El holandés Tom Dumoulin se ha convertido en todo un misterio dentro del ciclismo profesional. El líder del Team Jumbo-Visma ha ido acumulando lesiones y problemas físicos hasta el punto de que en este año 2020 acabará acumulando 12 meses sin disputar una sola competición. Lo único que no admite dudas es la calidad de un hombre que ya sabe lo que es llevarse una carrera de tres semanas.

Tom Dumoulin es un corredor formado en el seno de Rabobank continental, la gran factoría de talentos del país. Sin embargo, en 2011 el conjunto Rabobank de primera división decidió no apostar por él. Y Argos-Shimano (actual TeamSunweb) se lanzó de cabeza a por un corredor que por calidad en las cronos y el montaña era un interesante proyecto de vueltómano, el habitual punto débil del ciclismo neerlandés.

En su primer año disputó la Vuelta a España (no la acabó) mientras que en el segundo tomó la partida en el Tour de Francia. La progresión era más que evidente, pero estaba centrada en las carreras de una semana. Era ahí, en un esfuerzo corto y con contrarreloj individual donde exhibía su talento. La Vuelta a España de 2015 fue su primera grande en la que soñó con la victoria. Era líder en la etapa 19ª y finalmente sólo pudo ser sexto después de una mala gestión colectiva en la defensa de su maillot camino de Cercedilla frente a la ofensiva del Astana Pro Team del ganador final Fabio Aru.

Vuelta 2015: Vídeo resumen 20ª etapa:

Su verdadera explosión llegó en el Giro de Italia de 2017, cuando Dumoulin se llevó el maillot rosa de Milán por delante de Nairo Quintana; en 2016 fue subcampeón olímpico y en 2017 se proclamó campeón del mundo, siempre en la lucha contra el reloj. En 2018 no se llevó ninguna general de vueltas grandes, pero en el equipo Sunweb acabaron más que satisfechos, puesto que se llevó etapas en Giro y Tour de 2018 y acabó segundo en las dos generales después de ceder únicamente ante Froome y Thomas, respectivamente; fue subcampeón de mundo contrarreloj y cuarto en el Mundial de Valverde. Y a partir de ahí… el silencio y el misterio. Su último triunfo data de la contrarreloj final del Tour 2018 que ganó por un segundo a Froome. Su último dorsal, el pasado 14 de junio en el Dauphiné.

La temporada 2019 comenzó de la peor forma posible: caída en el Giro de Italia, fuerte dolor en una de sus rodillas y abandono en el que era un objetivo básico. En mitad de su desaparición de los focos se comenzaba a hablar de discrepancias con el equipo. Sunweb y Dumoulin eran un matrimonio firme y con un contrato firmado para muchísimos años, algo no habitual en el mundillo ciclista. Pero algo se había roto en el vínculo entre ambas partes.

En el Dauphiné hubo más detalles inexplicados. Firmó una gran contrarreloj (tercero) y, sin embargo, unos días más tarde se marchaba a casa lesionado Las críticas hacia los servicios médicos empezaron a sobrevolar las redacciones. Dumoulin no estaba feliz con la recuperación de su rodilla. Y nada más se supo. Pronto se filtró que el enfado entre ciclista y equipo no tenía vuelta atrás. Y Dumoulin empezaba a buscar equipo. Es más, se habló de un posible interés de Ineos. Pero la realidad acabó llevando a Dumoulin al Jumbo-Visma.

Giro de Italia 2020: Vídeo resumen de la 4ª etapa:

Todo parecía resuelto. El futuro volvía a estar libre de nubes. Pero regresaron los problemas. Cansancio, virus estomacales… y una nueva ausencia en su debut. Fueron pasando las carreras. Dumoulin comenzó a afirmar que se sentía mejor y llegó el cataclismo del coronavirus. En declaraciones a NOS, Dumoulin ha comentado: «Vuelvo a estar en forma. Pero no puedo aprovecharlo. Es muy frustrante. Estoy ansioso por volver a colgarme un dorsal. Sin embargo, ese momento parece estar alejándose todos los días». No ha corrido más desde el Dauphiné 2019, por lo que completó una temporada con 27 días de competición… y ninguno este 2020.

La realidad es que Dumoulin estará más de 12 meses sin competir, un freno nada habitual para un corredor de élite y del que no se sabe aún cómo puede regresar. La calidad del holandés es indiscutible. Pero también lo es que en su proceso de lesión y recuperación se han contado elementos muchas veces inconexos y que han dejado la sensación de que nadie conocía muy bien lo que estaba sucediendo con una estrella mundial que, de repente, discutió con su equipo para firmar con la competencia, pero que en ese proceso de 12 meses no se colgó un dorsal ni una sola vez. Pocos ciclistas tendrán tantas ganas de que acabe la crisis del coronavirus como él.