Volta Catalunya: Boi Taüll, por encima de los 2.000 metros
La Volta a Catalunya sigue con las etapas de montaña. Después de la jornada de La Molina, la cuarta etapa ofrece de nuevo un final en alto, pero en esta ocasión incluye dos dificultades extra respecto a la jornada anterior: el puerto tiene rampas más exigentes y, sobre todo, llevará a los corredores por encima de los 2.000 metros de altitud, un detalle que siempre se deja sentir en las piernas de los ciclistas.
La jornada arranca desde La Seu d’Urgell y finalizará en Boí Taüll. En total, son 166 kilómetros, por lo que hablamos de otra etapa más bien corta. Eso sí, habrá tres puertos puntuables y todos ellos de primera categoría: Coll de Boixols, Port de la Creu de Perves y la subida final a Boi Taüll. El número de metros de ascensión es similar al del día anterior: 3.400 metros.
La clave más importante ya ha sido reseñada, pero vamos con el desglose. La subida final obliga a los ciclistas a superar la barrera psicológica de los 2.000 metros, altitud en la que corredores colombianos suelen sentirse mucho más cómodos. El otro detalle importante es que hablamos de un puerto de unos 17 kilómetros al 5%, pero no de un puerto de pendiente constante: la parte más dura está situada casi en los primeros kilómetros. Por eso mismo, si no hay ataques duros desde abajo, será mucho más difícil que pueda romperse el grupo. En ese tramo inicial hay varios kilómetros alrededor del 7-8% y con rampas superiores al 10%. El tramo final es mucho más suave en pendiente… aunque la dureza real dependerá mucho de cómo y cuánto viento pueda soplar.