El sueño cumplido de Rick Delaney, patrón de Aqua Blue

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Rick Delaney, patrón de Aqua Blue. Foto: Twitter

Rick Delaney es un tipo afable y diferente. Viste vaqueros largos –ha refrescado en estos últimos días en la Vuelta a España- y una camiseta del equipo. Pero hasta esa prenda parece, sin serlo, más cara que la del resto del staff técnico. Cubre su mirada con unas gafas de sol de cristal translúcido, y la conversación con él es alegre y distendida. Aqua Blue Sport no es sino el sueño de un hombre rico aficionado al ciclismo que, tras darle muchas vueltas a la cabeza, decidió que podía tener su propio equipo.

Y ahora quiere hacer las cosas bien. No es por dinero, y no hace falta que él lo diga. El autobús quemado va a ser reemplazado más o menos pronto, los vehículos del equipo son unos Range Rovers, de los que impresionan como impresionaban los Jaguar del conjunto Sky hace unos años. Aqua Blue es una plataforma de venta de productos online: “Yo soy aficionado a la bici desde siempre. Me encanta el ciclismo, y después de varios años pensándolo decidí echar a andar mi propio equipo. ¿Por qué no? No tenemos sponsors comerciales, sí técnicos, pero el equipo lo sostiene Aqua Blue. And here we are”, dice y sonríe. Aquí, en la Vuelta y con una etapa en el bolsillo. Lo cierto es que su físico indica que pasa bastante tiempo sobre la bici.

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El equipo, en la presentación de Nimes. Foto: Unipublic

Ahora el asunto es crecer y saber cómo. Porque el objetivo final está claro: saltar al World Tour. Sin embargo, las cosas tienen unos plazos y no es todo tan fácil como tirar de billetera. O sí, pero no es su camino: “Honestamente y sin ser arrogante, no es una cuestión de dinero. Pero queremos aprender a hacer las cosas bien. Llevamos un año, todavía somos un equipo pequeño, modesto y que está aprendiendo. Creo que otras dos temporadas más a nivel Pro Continental pueden ser suficientes. Tendremos que verlo cuando llegue el momento, pero no queremos precipitarnos”, argumenta el empresario irlandés.

Y, obviamente, el final del camino sería estar en el Tour de Francia: “Cruzaremos los dedos. Creo que hemos hecho una buena Vuelta, siendo un equipo pequeño y con el altísimo nivel que hay. No sé si será suficiente para que nos abran la puerta del Tour”. El problema es que hay muchos equipos en Francia y eso pone las cosas difíciles: “Sí, es cierto. Y lo entiendo, aunque nos complique las cosas”, replica.

Pero da un argumento que podría jugar a su favor, y ahí demuestra la visión comercial que tiene: “La carrera, creo, tiene que invitar a alguien de fuera de Francia. Es un escaparate al mundo, y aunque miren hacia adentro también tienen que ser globales. Y el mercado anglosajón es muy importante ahora mismo para el ciclismo. Es cierto que para eso tienen a Sky, pero nosotros podemos ser importantes ahí también a medida que vayamos creciendo”.

En cuanto a la Vuelta, se confiesa “emocionado” por lo bien que está saliendo. Especialmente la victoria de Denifl en Los Machucos hace unos días: “Yo entiendo que el público español prefería que ganase Contador. Pero para un equipo como nosotros, en nuestro primer año, primera invitación en la Vuelta… llegar y ganar una etapa con Contador persiguiendo desde atrás precisamente cuando se retira es simplemente mágico”, argumenta. “Por lo demás, está siendo una experiencia increíble, más allá del accidente del bus donde por suerte no hubo daños personales. Pero somos un equipo pequeño y que viene por invitación. Creo que hemos cumplido y ojalá sirva para volver el año que viene”, acaba.

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Denifl, en pleno esfuerzo. Foto: Unipublic

Delaney también mira al mercado para seguir reforzando el equipo. Quiere mejorar la plantilla el año que viene. Pero no suelta prenda: “Sí. Traeremos nuevos corredores”. ¿De mayor nivel? “Sí, seguro que sí”. ¿Algún español? “Aún no es seguro”. Así es, textualmente, la conversación con él sobre este punto. Entre risas y educadamente, pero evita responder y dar nombres.

Una de las marcas que acompañan al proyecto irlandés es Ridley, con quien Delaney asegura sentirse “muy cómodo” y espera que crezcan junto a ellos: “Tuvimos varias ofertas más como proveedores de bicis, pero queríamos estar con Ridley. Yo estoy muy cómodo y contento, espero seguir con ellos desde el año que viene y que vayamos haciendo juntos todo este proceso de crecimiento”, concluye.

Aqua Blue es el sueño hecho realidad de un hombre rico que, sin embargo, ha preferido empezar un escalón más abajo y hacer una casa con buenos cimientos en lugar de tirar de chequera para ponerse en el nivel más alto del ciclismo mundial y que el proyecto pueda acabar saliendo mal. La Vuelta ha sido un paso más y, desde luego, mañana en Madrid todo el equipo, y él como patrón, podrán estar contentos.

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