Specialized Roubaix: La maquinaria perfecta que conquistó el Infierno
Foto: Specialized Racing
Philippe Gilbert se acordó de su Specialized con el adoquín de ganador de la París-Roubaix bajo el brazo. Una bicicleta que la marca de la S rasgada preparó con cariño para él y para los ciclistas del Deceuninck-Quick Step que no sólo coparon el top ten del ‘Infierno del Norte’, sino que brillaron con luz propia durante los 260 kilómetros de carrera y esos largos 55 kilómetros de pavés.
Sin duda, Specialized está de enhorabuena porque levanta un Monumento más esta temporada tras el conquistado por Julian Alaphilippe con su Tarmac en la Milán-San Remo. Si en la Primavera el francés ganó por primera vez una de estas grandes clásicas con freno de disco, la victoria de Gilbert en Roubaix también implica a este sistema de frenado por primera vez en la longeva historia de la carrera francesa, pero un elemento más a tener en cuenta: la suspensión colocada bajo el manillar, para dar más consistencia a la dirección de la bicleta y su horquilla ante el traqueteo con los adoquines.
Una bicicleta, esta Specialized Roubaix, que ha necesitado casi mil días para ser diseñada, desarrollada, fabricada y lanzarla. Los ciclistas del equipo belga estuvieron probándola durante quince días antes de esta París-Roubaix, con Peter Sagan y los ciclistas del Bora-hansgrohe incluidos ya que el eslovaco utilizó esta misma máquina.
Foto: Specialized Racing
Y para los amantes de los datos, Philippe Gilbert no sufrió ningún pinchazo durante la prueba con los tubulares S-Works Turbo de 30 milímetros de balón -podían elegir 28 si así lo deseaban- ni ningún otro percance con las ruedas Roval CLX 50 en esta versión para freno de disco que montan los ciclistas del Deceuninck-Quick Step.
Sin duda, la ausencia de pinchazos o percances mecánicos es un aliado perfecto para sobrevivir en esta complicada carrera y también para ir eliminando rivales. Puede decirse por tanto que esta Specialized Roubaix con frenos de disco y ese sistema de amortiguación delantero también fueron claves en esta gran victoria de Philippe Gilbert que le deja a una sola victoria en la Milán-San Remo de entrar en ese reducido y selecto club de los ganadores de los cinco monumentos.
Quién le hubiera dicho a Rik Van Looy o posteriormente a los coetáneos Eddy Mercks y Roger de Vlaeminck que más de cuatro décadas después las bicicletas iban a evolucionar de esta forma y ganar monumentos. Specialized se congratula que ha diseñado y fabricado la bici perfecta para conquistar el Infierno del Norte. Parece que acertaron en esa batalla y el bello esprint final de Gilbert contra el joven Nils Politt.
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