El proceso Biomecánico en el ciclismo: Una reflexión

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Tom Dumoulin, en acción durante el Giro. Foto: Cor Vos / Team Sunweb

Hace ya algunos años que la irrupción y expansión de la biomecánica en el ciclismo, convirtiéndose hoy en día en un importante campo de trabajo dentro del deporte de las dos ruedas a todos los niveles, desde el ciclismo recreacional al profesional de más alto nivel.

Hace años, en el ciclismo el entrenamiento y la preparación física parecían ser el único y más importante campo al que prestarle atención y enfocarse. En la actualidad y desde hace ya algunos años se han ido añadido a esta ecuación otras áreas de trabajo de vital importancia como son la nutrición, la recuperación, la fisioterapia, la mencionada biomecánica que trataremos en este artículo, y más recientemente añadidas, la aerodinámica, nuevos materiales, nuevos sistemas de medición y métricas, etc.

No es mi intención adentrarme en cada uno de los detalles de la biomecánica ciclista en este artículo ya que son múltiples, sino hacer una pequeña reflexión acerca de la importancia de la Biomecánica en el ciclismo. Los ciclistas pasan muchísimas horas al año encima de la bicicleta, por lo que resulta de vital importancia que esta se adapte a nuestras características, con el fin de evitar molestias, lesiones y maximizar el rendimiento.

En esta ocasión, contaré en el artículo con la inestimable colaboración de Xabier Muriel, director deportivo y preparador físico en el equipo Euskadi-Murias y CEO de Bioziklik. Como experto en materia Biomecánica que nos dará su visión sobre los aspectos más importantes a tener en cuenta a la hora de realizar un estudio biomecánico. Os dejo sus palabras y después expondré mi reflexión acerca del proceso biomecánico.

BIOMECÁNICA (Xabier Muriel)

Hace tiempo un conocido me dijo que la biomecánica no era una ciencia, sino un arte. Bien, sin estar de acuerdo con tal afirmación, puedo decir que también llevaba algo de razón. ¿Y por qué? Las variables que afectan a al éxito biomecánico son tantas y tan variadas, que rara vez podremos asumir que una solución biomecánica concreta pueda servir en la mayoría de los casos. Hay tres parámetros que aúnan en el acuerdo a la mayoría de los biomecánicos:

1. La altura del sillín: atendiendo al rango de movimiento de la rodilla en extensión (que no exceda de 155º y no sea menor de 140º)

2. La altura de manillar: ateniendo al ángulo que forman la horizontal del suelo, con el trocánter y el punto de giro del hombro (algunos autores prefieren el acromion), con un rango tan amplio como 30º mínimo y 50º máximo, dependiendo de la modalidad, competición, duración, etc.

3. La longitud de manillar (dada por la largura del cuadro, potencia, manillar y maneta): en este caso, el ángulo que forman la muñeca, punto de giro del hombro y el trocánter, no debe exceder de 95 º y ser menor a 80º, de nuevo dependiendo de la modalidad, grado de competición, etc.

Y entonces, qué pasa con: la colocación de las calas, retroceso (en función al baricentro o no), anchura de sillón, inclinación de sillón, elementos asimétricos, factor Q… ¿Por qué no existe unanimidad sobre ellos? Lo dicho, las variables que influyen en su ajuste son múltiples, por lo que no podremos dar una respuesta única para cada una de ellas. Una vez más la parte bio (cuerpo) de la biomecánica será la clave. Debemos observar y entender la funcionalidad del cuerpo, ahí estará la respuesta del resto de los ajustes.

Cada vez hay más herramientas de análisis biomecánico: cámaras 3D, presímetros de sillín, pies, acelerómetros, potenciómetros duales, galgas de fuerzas en 3D, etc. Pero, insisto, raramente con un ajuste mecánico podremos equilibrar un ajuste funcional. Sin entender y atender a nuestro cuerpo, no hay biomecánica posible.

MI VISIÓN PARTICULAR

Como podéis comprobar en el título del artículo, he escrito proceso biomecánico y no estudio biomecánico. Estoy totalmente convencido de que la biomecánica es un proceso y no un simple estudio aislado de un día, en el que nos colocan encima de nuestra bicicleta de una determinada postura atendiendo únicamente a unos ángulos determinados o a nuestra antropometría.

La biomecánica es algo más compleja que todo esto. A mi modo de ver, se trata de un proceso que consta de varias fases a las que debemos prestar atención, yo las he catalogado de la siguiente manera:

  • Valoración inicial
  • Análisis dinámico inicial
  • Ajuste
  • Seguimiento

Como he subrayado anteriormente, esta es mi visión personal de cómo debería ser el proceso biomecánico, seguramente habrá profesionales que tengan una visión diferente sobre el tema y no por ello estarán equivocados.

VALORACIÓN INICIAL

Esta fase suele comenzar antes de montarnos en la bici y está basada en la obtención de información del ciclista. Esta valoración inicial podría constar de los siguientes puntos:

  • Análisis de la flexibilidad general del ciclista
  • Valoración del ROM (range of movement), rango de movimiento articular.
  • Análisis de la pisada del ciclista
    Composición corporal
  • Disciplina que practica
  • Nivel de actividad
  • Lesiones del pasado
  • Estudio de posibles dismetrías
  • Etc.

Cuanta más información inicial obtengamos, más fácil será después el estudio biomecánico en sí sobre la bicicleta y mejor podremos adaptar la bicicleta al ciclista, y no el ciclista a la bicicleta.

Al hilo de esto de adaptar la bicicleta al ciclista, leí hace días esta afirmación en las redes sociales, “quieres ir aero, quita las arandelas del manillar y solucionado, y encima ahorras dinero”. Pues bien, me gustaría comentarla. Esta afirmación no es correcta biomecánicamente hablando, ya que no todo el mundo puede bajar arandelas del manillar porque sí, ni siquiera es cierta desde el punto de vista aerodinámico.

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Foto: Photo Gomez Sport

Como ya vimos en el primer artículo, la Aerodinámica no está únicamente condicionada por el Área frontal (A), que supuestamente reducimos al bajar nuestro manillar, sino que está condicionada también por Coeficiente de Arrastre o Drag Coefficient (Cd), el cual depende a su vez de dos factores: la forma que adopte el ciclista con su bicicleta y de la fricción superficial entre el aire en nuestro caso, y la ropa, casco, piel, etc. del ciclista.

¿Qué quiere decir esto? Que no para todo el mundo funciona el hecho de bajar el manillar y ser más aerodinámico. He realizado muchísimos test aerodinámicos, y he podido ver todo tipo de resultados, ciclistas que al bajar el manillar mejoran su aerodinámica (la mayoría de ellos tenían un gran ROM que les permite pedalear perfectamente con ángulos de cadera muy cerrados) y en otros casos hemos obtenido mejores resultados aerodinámicos subiendo el manillar, debido a que la integración entre la cabeza y el tronco de ciclista a mejorado, por ejemplo.

Por lo tanto, como os he comentado anteriormente, todos y cada uno de nosotros somos diferentes, y tenemos que aceptar nuestras virtudes y también nuestras limitaciones. La gran mayoría de nosotros, no podremos montar encima de una bicicleta de contrarreloj igual que Jonathan Castroviejo, pero podemos disfrutar plenamente del ciclismo sin lesiones si atendemos a nuestras virtudes y limitaciones y no queremos emular a nadie que no seamos nosotros mismos.

Con esta pequeña reflexión me gustaría trasladaros que un estudio biomecánico y también aerodinámico es personal e intransferible, no existe una unanimidad que nos permita hacer afirmaciones como la que os he mencionado, ya que estamos condicionados por múltiples factores.

ANÁLISIS DINÁMICO INICIAL

¿Por qué escribo dinámico? Porque no creo para nada en los sistemas de medición de ángulos de manera estática, ni en los sistemas que, mediante la medición de los diferentes segmentos corporales, nos facilitan las medidas que nuestra bicicleta debería tener como son altura de sillín, retroceso, distancia sillín manillar, etc.

Una vez dicho esto, el análisis dinámico inicial, no sería nada más y nada menos que ver al ciclista pedalear sobre su bicicleta, tal y como venía inicialmente y analizar, junto con los datos obtenidos de la valoración inicial, cuáles serán los ajustes necesarios en la fase de ajuste que comenzara a continuación. En esta fase de análisis dinámico, existen en la actualidad multitud de sistemas y herramientas, para la medición infinidad de parámetros.

  • Sistemas de medición de ángulos (máximos y mínimos): Existen sistemas de medición en 2D y también incluso en 3D.
  • Sistemas de medición de presiones: Presiones sobre el sillín, sobre las plantillas de nuestras zapatillas o sobre los pedales.
  • Sistemas de medición mediante IMU o sensores inerciales: Se usan en la actualidad para mediciones de la calidad de nuestra pedalada, eficiencia, balance y también aplicables a medición de rangos de movimiento y ángulos corporales, como balanceo de cadera, rotaciones, etc.
  • Bancos móviles motorizados, para optimización rápida de la posición.
  • Electromiografía.
    Etc.

Bien, como veis cada día existen más y más aparatos y sistemas, enfocados a la obtención de datos y facilitar así el proceso biomecánico. Aquí, en este punto, es donde un profesional competente en materia biomecánica, sabe cuál de estos instrumentos debe de usar, y por dónde van los tiros con el ciclista que previamente a estado analizando. No se trata de usar todos los sistemas habidos y por haber, por el mero hecho de hacerlo, sino se trata de saber valorar en base a la información inicial, que es necesario para ajustar al ciclista en un posición correcta y coherente para él o ella.

Quiero decir con esto, que no por tener 2, 8 o 20 herramientas o ni siquiera las más avanzadas del mercado, un biomecánico es mejor que otro, sino que la clave del éxito en mi opinión, es la interpretación que el biomecánico realiza de la información obtenida de dichas herramientas, y sabe aplicar después las medidas necearías para que el ciclista pedalee en la mejor posición posible.

AJUSTE

Aquí es donde el papel del biomecánico como profesional cobra vital importancia. Como he mencionado anteriormente, el papel de un buen biomecánico no depende de las herramientas o sistemas ultramodernos de medición que posea, sino de la interpretación que realiza de los datos y mediciones obtenidas, para en esta fase aplicar los ajustes necesarios que hagan al ciclista pedalear de una manera estable, no lesiva y lo más eficientemente posible.

El biomecánico en esta fase ajustara la bicicleta al ciclista en base a sus conocimientos, en el caso de que sea necesario hacerlo, así como intentara corregir posturas o patrones de pedaleo lesivas que el ciclista podría tener interiorizadas. Algunas de estos ajustes son:

  • Ajuste de las calas
  • Altura y ángulo de sillín
  • Altura y longitud del manillar
  • Factor Q
  • Análisis de la pedalada
  • Etc.

Como nos comentaba Xabier Muriel en su escrito, con el cual estoy plenamente de acuerdo, el biomecánico en esta fase debe saber separar la parte Bio, de la parte puramente Mecánica. ¿Qué quiero decir con esto? Imaginaros dos personas, exactamente iguales. Atendiendo a su parte puramente mecánica, las bicicletas de ambos deberían ser iguales o muy similares, pero estaríamos pasando por alto los múltiples factores de la parte Bio que serán la clave del éxito en el proceso biomecánico.

¿Qué pasaría si uno es mucho más flexible que el otro, qué pasa si uno de ellos tiene una pequeña dismetría, y así un sinfín de factores que deben ser tenidos en cuenta? Pues pasaría que las bicicletas no serían ajustadas de la misma manera, ya que como hemos mencionado con anterioridad todos somos diferentes. El feedback del ciclista en esta fase de ajuste resulta muy útil también.

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Foto: Innsbruck-Tirol 2018 / BettiniPhoto

SEGUIMIENTO

Esta fase es en la que el ciclista tiene que poner de su lado y convierte en parte activa del proceso Biomecánico. Una vez realizados los ajustes necesarios tanto en bicicletas, posicionamiento de las calas, corrección de posturas o patrones de pedaleo lesivos, etc, el ciclista debe adaptarse a la nueva posición y esto no se hace en un solo día, más aún cuando los ciclistas hayan estado pedaleando en una determinada posición durante muchas horas o kilómetros.

Tener contacto con nuestro biomecánico en esta fase siempre es recomendable. Hasta la fecha pocos profesionales del sector recogen información de sus clientes los meses posteriores al estudio, u ofrecen algún tipo de revisión al tiempo de haber realizado el estudio, pero creo que es un valor añadido a este proceso biomecánico y que poco a poco ira implementándose en el sector.

CONCLUSIONES

Como he mencionado ya varias veces durante el artículo, todas las personas somos diferentes de alguna de las maneras, por lo que un proceso biomecánico, debe ser personal e intransferible. En la biomecánica no existen reglas universales, pero sí que se deben prestar atención a multitud de factores, por lo que os recomendaría acudir a un profesional cualificado a la hora de pasar por este proceso.

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Roglic, atacando a Alaphilippe y Quintana en Elkano. Foto: Lotto NL-Jumbo

Existe por otra parte la creencia general de que solo debemos pasar por las manos de un biomecánico cuando aparecen los problemas, dolores o lesiones al montar en bicicleta. Creo que esto no debería ser así, sino que sería muy recomendable realizar un estudio biomecánico como medida preventiva, antes de empezar a realizar cientos o miles de kilómetros sobre nuestra bicicleta. Al fin y al cabo, se trata de adaptar la bicicleta al ciclista y no el ciclista a la bicicleta.

¿Y hacia dónde va el futuro de la Biomecánica? Para despedir el artículo, os dejo unas palabras de Javi Sola, CEO en Training4all, que comparto totalmente ya que el estudio en rodillo estático indoor, dista mucho de la realidad de pedalear en la carretera.

FUTURO DE LA BIOMECÁNICA (Javi Sola)

Con todo lo anteriormente explicado en el artículo, pensamos que la evolución natural de la biomecánica será el estudio Outdoor, tratando de cotejar en el exterior todo lo analizando anteriormente en el laboratorio. Por ello, los acelerómetros inerciales como pueden ser Wiva o Leomo van a jugar un papel fundamental en dicho proceso.

El deportista sale a realizar un entrenamiento en el exterior y dichos acelerómetros registrarán todos los aspectos cinemáticos y cinéticos. En muchos casos, los datos indoor van a diferir de los outdoor simplemente por la aparición del factor equilibrio sobre la bicicleta, capacidad de conducción, aceleraciones, desaceleraciones, pendientes etc… todas ellas no se contemplan en un estudio indoor y pueden tener mucha relevancia en los que el ciclista hace así como la aplicación de fuerzas.

En la imagen, se puede ver la monitorización completa de un entrenamiento con ángulos de pierna, tobillos, pelvis, y mareado de la pedalada con puntos muertos.

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