Iván García Cortina: El debutante que cuida de Nibali

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Iván García Cortina. Foto: Merida Bikes

Es la rutina habitual. Varios niños se acercan al autobús de Bahrain-Merida, donde Iván García Cortina (1995) sale casi siempre de los primeros para el compromiso protocolario del control de firmas. Le piden firma y fotos, aunque probablemente no sepan quién es. Todavía. Los jóvenes sí lo conocen. Alguno que otro que corrió con él acude a visitarlo y hablan un poco. Unos chavales se acercan y le piden que les firme unos CDs del grupo The Offspring. “Yo sé que este rollo te gusta a ti”, le dice al corredor uno de los fans. A él se le dibuja una sonrisa tímida y asiente.

García Cortina echa de menos su verde Asturias y el clima que le acompaña durante casi todo el año. “Aquí hace demasiado calor, mientras que ahora en Asturias está lloviendo. Tanto calor me agobia un poco”, dice entre sonriente y resignado. Todo el pelotón dice lo mismo: las altas temperaturas de esta semana van a dejar huella en el cuerpo. Doble castigo.

A sus 22 años, el joven asturiano debuta en una ‘Grande’ con un cometido de enorme importancia: es el encargado de mover a Vincenzo Nibali por el pelotón. Un novato, un sub23, posicionando al aspirante a ganar la carrera en las aproximaciones a los puertos: “Me muevo muy bien en el pelotón y desde el equipo me han encargado que esté con Nibali siempre”, explica Iván. Su director, Gorazd Stangelj, abunda en la misma idea: “Es un chico que sabe ganar la posición muy bien, por eso su tarea en esta Vuelta será ir con Vincenzo y procurar que vaya siempre bien colocado”.

No es una cuestión menor. En una carrera que se decide por poco como la Vuelta y tiene subidas cortas y explosivas como final de etapa, entrar bien posicionado es vital, porque aquel que tenga que remontar posiciones se está dejando balas para después pelear con el resto de contendientes de la general. Cortina lo toma como una responsabilidad y, a la vez, un orgullo: “Es una muestra de la confianza que están poniendo en mí. Yo estoy aquí para aprender y para hacer lo que el equipo me diga, y lo voy a dar todo por Vincenzo”, explica.

Pero su director está convencido de que no será cosa de mucho tiempo. Para él, Iván será una referencia muy pronto: “Tiene un talento enorme y hará cosas grandes, pero aún es pronto. Lo que estamos haciendo desde Bahrain-Merida es ponerle todos los elementos para que primero aprenda, luego progrese y vaya alcanzando mayores éxitos paso a paso”, asevera un Stangelj que ha coincidido más con él en esta segunda mitad de la temporada.Este 2017, fue 8º en el Campeonato de Europeo o 11º en la clásica Scheldeprijs -Kittel, Viviani, Bouhanni fue el podio- y rozó su primer triunfo en el Tour de Japón (ver sus resultados).

Como todo el mundo, García Cortina tiene sus ambiciones, pero las aparca. Cualquiera sueña con disputar una etapa, y más ahora que dos coetáneos suyos –no de año pero sí de generación- están saliendo mucho por las cámaras. Enric Mas y Marc Soler se ganan el respeto a base de fugas, y él está devolviendo la confianza de su equipo con trabajo: “Si el equipo me da la oportunidad trataré de aprovecharla. Pero la prioridad es mi líder y seguir aprendiendo, que para eso me han traído”, insiste este joven valor de nuestro ciclismo.

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Cortina, hidratándose tras la etapa de Alcossebre. Foto: Bahrain-Merida

La Vuelta es, probablemente, la mejor ‘Grande’ para debutar. Team Sunweb ha traído ni más ni menos que cinco jóvenes valores para foguearse aquí. Movistar y Quick Step están haciendo lo propio con los ya citados Soler y Mas, u otros como Carapaz. Y García Cortina ejerce de soldado para alguien que ha ganado cuatro grandes vueltas. “Todas las carreras de tres semanas son complicadas y cada una tiene una característica, pero sí es cierto que en la Vuelta hay menos estrés”, dice Stangelj.

Si acaba la carrera –de momento no hay nada que haga pensar lo contrario, pues está terminado todas las etapas holgadamente dentro de control- terminará con 75 días de competición. Otra muestra más de que tiene confianza y lo ven como un ciclista solvente. A partir de ahí, alguna clásica de otoño en Italia y el Mundial de Bergen (Noruega), donde llegará con un gran punto de forma después de tres semanas de carrera al máximo nivel y ganándose el respeto del pelotón profesional. De momento, él es prudente y prefiere centrarse en terminar la Vuelta sin perder a Nibali de vista. No todos los días te encargan, siendo un debutante, que muevas por el pelotón a uno de los mejores vueltómanos de la década.

El relevo español, con nombres y apellidos