Tour Francia: Colombia 2 – Resto del mundo 1

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Richeze y Gaviria en una imagen de archivo. Foto: © Tim De Waele / Getty Images

Análisis de los ciclistas latinoamericanos en el Tour de Francia 2018. En un artículo anterior valoraba la dificultad que representaba para Fernando Gaviria debutar en una prueba tan especial como es el Tour de Francia, aunque sabiendo de la capacidad y el potencial de ciclista colombiano afirmé que Gaviria nos había demostrado que su techo no tenía límites que y era capaz de todo.

Pero me quedé corto. Fernando se exhibió con una fantástica victoria el día de su debut en la “Grand Boucle”, algo al alcance de unos pocos genios predestinados a dominar en su faceta una época. Y no contento con su hazaña, no se ha conformado con esta gran victoria y este martes consiguió la segunda. Lo cual da qué pensar que posiblemente el marcador podría ser mucho más amplio, ya que, si el domingo no se hubiera visto involucrado en la caída masiva que aconteció a pocos kilómetros de meta, tal vez estaríamos hablando de un pleno de victorias absoluto en lo que a los sprints masivos en este Tour se refiere.

Sin duda, Gaviria le debe esta segunda victoria al meritorio trabajo de su equipo, tanto por el trabajo realizado para echar abajo la escapada como de aproximación a la meta. Y dentro de su equipo, bien seguro una buena cuota de responsabilidad de ese éxito se le lo debe al argentino Richeze quien, con su arrancada fuerte y continuada en la recta de meta, consiguió llevar a Fernando desde aproximadamente la posición 15 del pelotón a la cabeza de este, permitiendo a Gaviria tener un extra a más de energía con respecto a Greipel y Sagan quienes estuvieron obligados a remontar desde más atrás para conseguir superar al colombiano. Esa, sin duda, fue la pequeña diferencia entre saborear las mieles del éxito o ser el primero de los derrotados. Así de injusto y de hermoso es el ciclismo, salen 176 y sólo puede ganar uno.

Resulta curioso que Patrick Lefevere, después de varias intentonas fallidas, por fin consiga triunfar de manera continuada con un ciclista latino. Sin dudas la clave puede radicar en que, a diferencia de la mayoría de sus predecesores que fueron contratados para estar adelante en las clasificaciones generales, Gaviria es un especialista en los sprints, faceta en la que QuickStep siempre se ha destacado.

Y es que en varias ocasiones desde su separación de la estructura italiana de Mapei, Lefevere intentó compensar la debilidad de su equipo en las clasificaciones generales con potenciales vueltómanos latinos. Desde su primer intento con los españoles Juan Miguel Mercado (2004-05) o José Antonio Pecharromán (2004-05), fueron varios los ciclistas latinos con un buen currículo, que pasaron por sus manos, como fueron el venezolano José Humberto Rujano (2006) y el colombiano Urán (2014-15), cara y cruz puesto que este último fue segundo en el Giro de Italia 2015, algo inédito para la formación belga.

No es de extrañar entonces que los únicos ciclistas latinos que se hayan dado bien en la estructura de Lefevere sean ciclistas con un buen perfil para las clásicas como lo fueron, los también españoles, Juan Manuel Gárate (2006-08), Carlos Barredo (2007-2010), Pedro Horrillo (2003-04), o el malogrado David Cañada (2003). Aunque en el caso de estos dos últimos, más que contrataciones del mçanager belga, fuesen “herencias” del Mapei- Quick Step.

Es por esto por lo que se le puede augurar un extraordinario futuro a Alvaro José Hodeg (21 años), joven promesa que cumple más con este perfil que, por ejemplo, un Rodrigo Contreras (2015-16), con un perfil más escalador y quien, frustrado de no poder cumplir con las expectativas que se generaron alrededor de él, se vio obligado a regresar a Colombia tras su paso por el equipo belga.

Y es que cómo se suele decir en España “zapatero a tus zapatos” y al igual que no tiene sentido que Eusebio Unzue se dedique a buscar el ciclistas capaces de ganarle varias etapas al sprint en un mismo Tour, o de un potencial ganador de la París Roubaix, Lefevere debe centrarse en lo que hace mejor que nadie, encontrar, formar y desarrollar, ganadores de grandes clásicas y etapas de grandes vueltas.

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Hodeg ganando en Catalunya. Foto: © Bryn Lennon / Getty Images

Quizás la excepción que confirma la regla fuese David de la Cruz, quien hasta la fecha vivió sus mejores años como profesional en la estructura belga, y donde consiguió una meritoria 7ªplaza en la Vuelta a España del 2016. Aunque el catalán, nunca tuvo la aureola de un posible ganador de una Gran Vuelta, como si fue el caso de Urán, Mercado o Rujano.

Pero volviendo a nuestro principal protagonista, Fernando Gaviria, no hay que olvidar que el antioqueño cumplirá 24 años este próximo agosto, por lo que esto no es más que el principio, de lo que se puede llegar a conseguir este bólido colombiano. Si es capaz de vencer a los Sagan, Kittel, Cavendish, Greipel y compañía, puede también ser un candidato a ganar al maillot verde. Estando Sagan en la disputa estamos hablando de palabras mayores, pero también lo era ganar en el año de su debut, y ya lleva dos.

Si a los jugadores de la selección nacional colombiana de fútbol se les recibió con toda clase de honores a su llegada a Colombia tras haber caído dignamente en octavos, no quiero ni imaginar cómo debería ser la recepción del pueblo colombiano a su nuevo héroe, si este hombre y su equipo continúan con esta hambre de victorias. El país corre el riesgo de quedarse sin confeti.

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