Bkool: Opciones inteligentes y un simulador para abrir nuevos mundos

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Bkool Smart Air.

Cada vez que hablamos de Bkool, tenemos muy presente esta frase: “Hoy en día, un rodillo sin simulador forma parte del pasado”. Es de sobra conocido que la empresa española fue la pionera en la creación de rodillos inteligentes, es decir, el soporte físico para fijar nuestra bicicleta al rodillo en sí y a su vez conectarlo a un simulador de rutas virtuales.

En los últimos meses también han sido noticia por el lanzamiento de su rodillo más avanzado: el Smart Air que ya probamos en Zikloland y por la presentación de la Movistar Virtual Cycling, una liga virtual a nivel mundial donde ciclistas de todo el mundo podrán pedalear desde su casa, o desde su rodillo para ser más concretos, por las mismas carreras y carreteras que los corredores del World Tour.

El citado rodillo Smart Air, con su sistema de transmisión directa donde podemos fijar directamente nuestra bicicleta al rodillo retirando la rueda trasera y acoplándolo al propio aparato, ya está a la venta en la propia web de Bkool y los puntos de venta autorizados. Tal y como comprobamos en nuestro test, el Smart Air nos aproxima un poco más a la realidad practicando ciclismo indoor, concretamente por la sensación de pedaleo, por poder ponernos de pie y batir la bicicleta con fuerza en los momentos de máximo esfuerzo y por la transmisión de potencia que transmite.

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Bkool Smart Air.

No obstante, Bkool ofrece otras dos opciones para el usuario en cuanto a rodillos. Si bien todos son inteligentes y se conectan a su distinguido software y sus millones de rutas en todo el mundo con sus miles de vídeos con rutas de las carreteras o puertos más emblemáticos y nos ofrecen todas esas ventajas de conectividad para participar en las ligas o medirnos online a otros rivales, el ‘hardware’ también es una elección importante para hacer nuestro entrenamiento más llevadero o bien elegir un rodillo físico que se adapte mejor a nuestro uso y necesidades.

Galería de fotos del Smart Air

SMART GO & SMART PRO 2

Además del más avanzado Smart Air, Bkool pone a disposición del usuario el Smart Go, su opción de gama media por 345,99 euros y el Smart Pro 2, una opción de gama alta por 499 euros. Ambos incluyen el simulador marca de la casa, con conexiones inalámbricas ANT+ y Bluetooht Smart. Asimismo, tienen un tamaño muy similar con los brazos extendidos, si es que nos preocupa es una cuestión de espacio: no lo vamos a notar entre uno y otro. En cuanto al peso, el Smart Go es de 9,9 kilogramos por 11,8 del Pro 2.

En cuestiones de funcionalidad, ambos tienen ajuste tractor, es decir, la rueda se ajusta al rulo y apenas hay diferencia de diámetro del rulo entre ambos (3,5 centímetros por 5 centímetros, respectivamente).

Bkool Smart Pro 2:

La mayor diferencia entre ambos está en el cierre, pues el Smart Go posee un sistema de tuercas y el Pro 2 una maneta de ajuste. No obstante, una de las características de Bkool y que también hacen más ‘smart’ a sus rodillos es la facilidad de montaje: abrir la caja, colocarlos en el suelo y fijar la bicicleta, sin más montaje ni mantenimiento. Posteriormente tendremos que descargar el software en nuestros dispositivos y ya estaremos en disposición de entrenar y disfrutar de la experiencia.

Ese disfrute también es mayor si mientras pedaleamos no tenemos que convivir con el ruido que genera el propio rodillo. Para nuestros propios oídos pero también para nuestros vecinos. Ambos generan un ruido bajo que no supera los 75 decibelios a máxima potencia. En este sentido también cabe tener en cuenta que una conversación varía entre 40 y 80 decibelios así que el ruido, no es un problema para Bkool.

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Bkool Smart Go.

En cuanto a la potencia que simula cada uno de estos rodillos, el Smart Go alcanza los 800 vatios mientras que el Pro 2 llega hasta los 1.200. Están lejos de los más de 2.000 que genera el Smart Air, por eso tenemos que tener claro cuál es nuestro nivel y cuál va a ser el uso que le demos al rodillo en cada sesión. Pocos usuarios van a estar moviendo potencia por encima de los 1.000 vatios de forma continua, ya que esto no lo mueve ni el mejor ciclista profesional salvo durante varios segundos en un esprint o una arrancada en cuesta. Por eso conviene tener en cuenta cómo y cuánto vamos a entrenar. Nuestro consejo es que si somos usuarios muy activos y queremos exprimirnos en las ligas o contra rivales online, apostemos por uno más potente. Pero si el rodillo va a ser solo un complemento ocasional a nuestros entrenamientos, barajemos la opción más sencilla y económica.

Pedaleando fuerte no debemos tener temor alguno a dañar alguna parte de nuestra bicicleta, el propio rodillo o caernos al suelo, pues la estabilidad de los rodillos Bkool está comprobada. Nosotros lo hicimos en el Smart Air, que puede decirse que está un poco más suelto debido a que podemos inclinar unos grados la propia bicicleta imitando una forma más real del pedaleo. Ningún problema, es cuestión de control. Respecto a los Smart Go o Smart Pro 2 donde se fija la rueda al rulo y luego a los cierres, la estabilidad máxima también está garantizada con sus patas telescópicas, incluso en los esprints más intensos.

Compara los rodillos Smart Go, Smart Pro 2 Smart Air

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Bkool Smart Air.

En cualquier caso, con las tres vamos a poder disfrutar de esa experiencia ‘smart’ de la simulación que ofrece Bkool: rutas, vídeos, workouts para mejorar nuestro rendimiento, experiencia en velódromo e incluso simulación de la climatología para endurecer un poco más nuestros entrenamientos.

A través de la propia web de Bkool y también en su red de establecimientos autorizados podemos comprar los rodillos y gozar de tres meses de suscripción al simulador. No obstante, este simulador es compatible con otras marcas de rodillo del mercado.

Ya dijimos en anteriores artículos cuando presentamos a Bkool que todavía se tiene cierta conciencia de que el entrenamiento indoor o en rodillo es algo mecánico, rígido e incluso aburrido al pedalear sin parar y sin moverse unido a ese charco de sudor que generamos. Gracias a apuestas como las de Bkool y sus simuladores, el concepto ha cambiado por completo y si bien vamos a seguir sudando y poniéndonos a tope de pulsaciones, tener estas opciones para elegir rodillo y un software que ofrece tantas posibilidades de entretenimiento, son sin duda motivos más que suficientes para que estar sobre un rodillo no sea sinónimo de encerrarse bajo techo, sino de abrir nuevos mundos sin salir de nuestra casa.

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