Merida Misson CX: Ocho modelos para dominar el barro

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Merida Mission CX 5000.

Merida es uno de esos fabricantes que desde hace tiempo lleva instalado en el barro. Es decir, que cuida sus diseños de bicicletas de ciclocross ya sea para el más alto nivel competitivo o para aquellos usuarios que en los meses de otoño e invierno quieren escapar del asfalto pero seguir dando pedales a toda velocidad. Su apuesta para dominar el barro es la Mission CX.

En este sentido, la firma taiwanesa presenta varias opciones muy diferenciadas de su modelo Mission CX, la Force Edition como tope de gama añadiendo el grupo electrónico e inalámbrico SRAM ED Force Etap AXS. Esta joya viene seguida por la 7000 y la 5000 como modelos de alta gama respectivamente. La Mission CX 5000 en su versión anterior ya fue sometida a uno de nuestro test de Zikloland.

La Mission CX 700 con un montaje más modesto y un precio más asequible, cierra las opciones con cuadro de carbono y justo por detrás, el gigante taiwanés ofrece hasta cuatro modelos con cuadro de aluminio y diferentes montajes en monoplato o platos convencionales para combinar circuitos, pista e incluso carretera: los CX 600, 400, 300 y 100. En España, son cuatro los modelos disponibles.

Si el anterior lema de Merida para presentar sus modelos Mission CX fue “competición en estado puro”, las bicicletas de este rango para 2020 tienen como lema un escueto pero convincente “domina el barro”. Más que dominar esta superficie se trata de disfrutar, y si bien en Zikloland ya lo hicimos en nuestro test de la Mission CX 5000 por caminos, cuestas imposibles e incluso algún tramo de asfalto, el usuario que se siente atraído por lo gravel o los modelos específicos de ciclocross, debe conocer a fondo estos modelos, montajes, especificaciones de la marca y qué puede encontrar exactamente de este tipo de bicicletas.

Dicen en Merida que la Mission CX es “la nueva plataforma de para las competiciones de ciclocross. Su nueva geometría, más agresiva, está diseñada para sacar el máximo partido de un esfuerzo intenso y corto. Pequeños detalles marcan la diferencia, como la posibilidad de montar cubiertas de 35 milímetros o nuestra tecnología Smart Entry para que el guiado interno de los cables sea sencillo y limpio”.

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Foto: Merida Bikes

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Foto: Merida Bikes

Al margen de estos pequeños detalles que Merida se encarga de cuidar en sus modelos Mission CX, ofrecen cuadro de carbono o de aluminio en los modelos descritos anteriormente. Así explican esta diferenciación: “El carbono utiliza el material de más alta calidad para lograr un cuadro ligero y rígido para los más exigentes del ciclocross. El de aluminio utiliza la última aleación de Merida Bikes para lograr reducir el grosor de las paredes sin comprometer su durabilidad. Una opción más económica pero con unas prestaciones excelentes”.

El cuadro de carbono de la Mission CX está fabricado con fibras de alto módulo para conseguir más rigidez, más eficiencia y menos peso. Además la fibra de carbono es un material que ofrece una gran flexibilidad lo que permite optimizar las formas y el diseño de determinadas partes del cuadro con el fin de mejorar la absorción y el confort.

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Merida Mission CX 5000.

La Mission CX presenta otras novedades en diseño y geometría, para hacer una bici aún más agresiva y pensada en la competición. “La anterior plataforma de ciclocross ofrecía una plataforma fantástica y fiable. Detalles como las vainas súpercortas convertían a nuestra bicicleta en una de las más rápidas en los circuitos, pero se había quedado desactualizada con la incorporación de nuevos estándares a la disciplina.  Por eso tomamos la decisión de empezar de cero con un proyecto que heredase las bondades de su predecesora e incorporase todas las últimas tendencias. Es un nuevo concepto de bicicleta para ciclocross. Más agresiva, más pensada para la competición”.

El propio relato de Merida para explicar esta evolución es convincente, “más que un simple lavado de cara” y que amplían de la siguiente forma: “Además de trabajar en las prestaciones de las bicicletas y adoptar las últimas tecnologías e innovaciones, se ha puesto mucho hincapié en que las formas y los colores de nuestras bicicletas transmitan pasión y emociones. El ciclocross es una disciplina en la que el cuerpo experimenta un sobre esfuerzo extraordinario por su dureza y su corta duración. Si toda esa tensión se libera sobre una bicicleta que nos transmite un carácter competitivo, nuestra mente y nuestro cuerpo trabajan como uno”.

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Foto: Merida Bikes

Aspectos como cargar la bicicleta al hombro en competición, la normativa UCI de ángulos u otras limitaciones acabaron por convencer a los diseñadores de Merida de que el resultado final debía ser “un cuadro con formas agresivas y ángulos muy marcados” que denoten una “personalidad única” en esta bici.

Además de una nueva geometría, Merida se ha encargado de cuidar otros pequeños detalles en su nueva Mission CX. Para mejorar el confort en las difíciles condiciones de los circuitos de ciclocross se ha optado por usar un díamtero de tija de 27,2mm, más fina para permitir que tenga más flexibilidad. Además en los modelos superiores montan su tija exclusiva con tecnología S-Flex, permitiendo una mayor flexión del sillín y una mejor absorción de todas las vibraciones.

En la disciplina del ciclocross se ha estandarizado el uso de ejes pasantes de 12 milímetros en las dos ruedas. “Es el compromiso perfecto entre ligereza, rigidez y un complemento perfecto para las ruedas con freno de disco”. Pero en Merida, dicen, han ido un paso más allá y montan sus nuevas Mission CX con unos cierres especiales que permiten esconder la maneta de apriete. Una solución sencilla que conserva toda la funcionalidad de un cierre rápido con una estética limpia y sencilla.

Uno de los grandes cambios en la nueva Mission CX también fue el de trabajar en la zona de las vainas para permitir un mayor espacio para la cubierta y para los pies. El resultado es que el nuevo cuadro de ciclocross permite montar cubiertas de hasta 35mm. Además al pedalear nuestros talones no rozarán las vainas. Cuando corremos en barro y se acumula sobre el cuadro es importante mantener la zona de la transmisión lo más limpia posible para no penalizar la eficiencia del pedaleo.

A soluciones ya establecidas como la dirección cónica o el pedalier PressFit, para mejorar la rigidez del cuadro, en su nueva Mission CX, Merida también aplicó las últimas tecnologías. La más significativa son las pinzas de freno con el montaje “Flat Mount” un estándar destinado a los cuadros de carretera y ciclocross por su minimalismo, que permite mantener la línea de la bicicleta limpia y sencilla.

Por supuesto, todas las bicicletas Mission CX de Merida pueden comprarse directamente a través de la web del fabricante, así como en las tiendas oficiales de la marca y distribuidores autorizados. En la propia web específica de la Misson CX (en su versión en inglés) pueden verse esos ocho modelos diferenciados y comparar precios y montajes. Incluso es interesante para compatibilizar con carretera y caminos en sus modelos que añaden un montaje más ‘rutero’ con doble plato y desarrollos habituales de ruta con el grupo Shimano Ultegra en su actual versión mecánica. Se diferencian así de las que ofrecen un monoplato más destinado a la competición.

Llegan los meses de barro, frío y un poco de hastío de las carreteras tras un verano intenso subiendo y bajando puertos. Las gravel o bicicletas de ciclocross ya no son una tendencia o una moda pasajera entre cualquier usuario, es una realidad asentada en el mercado. Por eso Merida es una de esas grandes marcas que ha sabido leer esas necesidades y presentarnos esta Mission CX para que, efectivamente, dominemos el barro.

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