La máquina de ganar de Mathieu van der Poel

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Foto: Russ Ellis / @mathieuvdpoel

Canyon (www.canyon.com) está de enhorabuena. Si hace unos meses Alejandro Valverde ponía a su consagrado modelo de carretera Ultimate en lo más alto del Mundial de ruta, Mathieu Van der Poel cumplió los pronósticos en Bogense (Dinamarca) y pudo batir a su gran rival Wout Van Aert para ganar su segundo arcoíris de ciclocross, el primero que sella subido al flamante modelo Inflite, lanzado por la marca alemana hace poco más de un año.

La victoria del neerlandés en el Mundial y sus numerosas victorias esta temporada en Copa del Mundo y pruebas de Superprestigio han convertido a la Inflite CF SLX 9.0 Race de Canyon en la bicicleta de ciclocross más laureada, a mucha distancia de sus perseguidores.

El fabricante alemán parecía tener claro que su alianza con Van der Poel estaba condenada el éxito rotundo, una vez que cambió de montura a comienzos de 2018, ya con la temporada empezado y con una decisión que entonces fue una noticia sonada. Sus piernas y el manejo de la Inflite han dado la razón a ambos. A día de hoy es una bici inalcanzable y poco a poco Canyon trata de conquistar este segmento del mercado que no sólo está destinado a la competición del barro sino más bien a disfrutar por caminos a altas intensidades.

Sus formas y su geometría son diferentes a otros cuadros convencionales de ciclocross, “desde poder cargar con ella al hombro con más facilidad a reducir la acumulación de barro”, señala Canyon en su primera definición de esta bicicleta. Hablan también de integración, concretamente de la unión de los tubos principales, de la horquilla, del manillar y de todos los ángulos posibles, “todos los elementos contribuyen a lograr una estética limpia y minimalista. El resultado es una de las siluetas más impactantes que jamás hemos producido. Y viene reforzada por una decoración asimétrica y vistosa que realza toda la forma de la bicicleta. La Inflite CF SLX no se parece a nada que te puedas encontrar en la línea de salida”.

La disposición única del tubo superior y del tubo del sillín crea una plataforma ergonómica para el hombro y el espacio que ganas hace que te sea más fácil ponerte en posición, asegura Canyon. Entendemos que en posición de competición, ya que el ciclocross es una disciplina que obliga a permanecer una hora a tope en cada carrera.

Uno de los elementos que más llaman la atención es esa forma entre los tubos y la tija de sillín, explicado así por la marca: “La forma única de la unión en el tubo del sillín cumple otra importante función al dejar expuesta una mayor longitud de la tija. Esto se ve con poca frecuencia en las bicicletas de cross modernas. Al dejar que ‘flexe’ mayor longitud de la tija la comodidad del ciclista se ve ampliamente mejorada, lo que le permite estar fresco durante más tiempo en la carrera. A pesar de haber elegido este planteamiento, nuevo y poco convencional, en que la forma se ve subordinada a la función, la Inflite CF SLX cumple la normativa UCI al cien por cien. Está lista para competir”.

«Para añadir más estabilidad a altas velocidades mientras se mantiene la agilidad para los tramos más técnicos hay que lograr un equilibrio muy fino. En todas las disciplinas del ciclismo de montaña el moverse hacia un ‘reach’ más amplio y combinarlo con potencias más cortas y manillares más anchos se ha establecido como un gran recurso para lograr este equilibrio», continúa Canyon con su definición.

Se trata pues de un acercamiento similar para reflejar la progresión del ciclocross moderno. «Extendiendo tanto el reach como la batalla logramos mayor estabilidad a altas velocidades, mientras que la agilidad se mantiene gracias a un mayor avance de la horquilla y a un ángulo de la dirección de 72,5º. Además, equiparla con cockpits (manillar y potencia integrados en una sola pieza) con el manillar más ancho y la potencia más corta ofrece aún mayor control», concluyen en la presentación de este modelo.

Además del modelo tope de gama Inflite CF SLX 9.0 Race (4.599 euros de PVP en la web de Canyon), hay otros cinco modelos con distintos montajes y otro más asequible con el cuadro de aluminio y prácticamente la misma forma y geometría del cuadro de carbono, la Inflite AL SLX 6.0, montada con un SRAM Apex monoplato y un precio de 1.399 euros. Además, también se pueden adquirir los dos modelos de cuadro de carbono por separado.

Mathieu Van der Poel levantó su Canyon Inflite al aire cuando cruzó la línea de meta, algo que se quedó con ganas de hacer en el Mundial de 2018 pero donde fue superado claramente por su archirrival Wout Van Aert. En breve ambos darán el salto al ciclismo profesional de carretera y en el caso del nieto de la leyenda Raymond Poulidor e hijo del gran clasicómano Adrien Van der Poel, cabe preguntarse si éste también será con bicis Canyon. Aunque ésta ya es otra batalla.

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