La clave del campeón (II): ¿Cómo trabajar la eficiencia mecánica?

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Foto: ASO / P.Ballet

Si estudiásemos en un laboratorio de fisiología y les hiciéremos todas las pruebas y mediciones posibles a los tres primeros clasificados en el último Campeonato del Mundo nos llevaríamos una gran sorpresa. No existiría ni un primero, ni un segundo, ni un tercero.

La clave de un campeón (I)

¿Cómo trabajar la eficiencia mecánica?

ENTRENAMIENTO A VT1

Principalmente con entrenamiento de mucho volumen y entorno al primer umbral (VT1, AE1). Muchos entrenadores sólo se centran en el entrenamiento de gran intensidad, que es lo que llaman de calidad y suele consistir en series. Tenéis que cambiar un poco el chip y además de meter ese tipo de entrenamiento que es muy recomendable, tenéis que compaginarlo con salidas a intensidad de primer umbral y larga duración, dependiendo el tiempo de ejecución de si se realiza nadando, corriendo o en bici.

Con este tipo de entrenamiento conseguiréis una mayor capilarización llegando más sangre a los músculos lo que ayuda a su oxigenación, y un aumento del volumen sistólico (cantidad de sangre que sale del corazón en cada latido).

LA TÉCNICA

El tener una correcta técnica también influirá en buena medida en la eficiencia mecánica. En el ciclismo también es muy importante el tipo de pedaleo. Todos habréis escuchado en alguna ocasión hablar del molinillo de Lance Armstrong. Después de superar el cáncer de testículo y volver a la competición, se dio cuenta de que no era capaz de mover los desarrollos que movía antes de su enfermedad. Esto se debía a que había perdido gran parte de su masa muscular, la misma que le había hecho ser uno de los campeones del mundo de ciclismo en ruta más jóvenes de la historia y una gran baza para sus equipos en las pruebas de la Copas de Mundo. Junto con su entrenador buscaron cuál sería la mejor fórmula para adaptar su nuevo cuerpo a las exigencias de la alta competición.

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Después de mucho indagar pensaron que al tener menos fuerza, lo que tenía que hacer era mover desarrollos más cortos (desarrollos suaves) y aumentar la cadencia de pedaleo. Con ello conseguía un menor desgaste muscular, pero un mayor desgaste cardiovascular. Cuando usamos grandes desarrollos nuestro corazón no se revoluciona tanto, pero nuestra musculatura sufre un gran desgaste y se rompen un gran número de fibras musculares, mucho más difícil de recuperar que el desgaste cardiovascular provocado por el uso de desarrollos cortos. La cadencia más óptima depende de la prueba en la que se participe.

Los ciclistas profesionales y los triatletas de distancias mayores a la olímpica, deben de tener una cadencia comprendida entre 85-100 rpm, los triatletas de distancia sprint u olímpica 90-110 rpm y los corredores de pruebas en las que el medio de locomoción sea la bicicleta de montaña llevarán una cadencia comprendida entre 65-85 rpm, debido a la particularidad del desarrollo que llevan y las zonas por donde transcurren. Lo que nunca debéis de hacer es llevar cadencias que sobrepasen las 110 revoluciones por minuto. Un estudio realizado por el fisiólogo del ejercicio Alejandro Lucía Mulas y colaboradores en el 2002, demuestra que a partir de esta cadencia la utilización de fibras tipo II, conocidas también como fibras rápidas aumenta.

Se dispara la producción de ácido láctico, excediendo la tasa de utilización del mismo por las fibras tipo I, conocidas como lentas, aumenta la concentración en sangre y dando lugar a un aumento del PH. El organismo, con el objetivo de compensar este aumento de lactato sanguíneo comienza a producir amonio, siendo transportado por la sangre hasta llegar al cerebro, donde por una serie de reacciones químicas anula los impulsos nerviosos hacia los músculos y de esta manera el deportista tiene que disminuir la intensidad del ejercicio y con ello se produce la disminución del ácido láctico.

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Foto: Unipublic / J.A. Miguelez

Me gustaría aclarar que el lactato no es el responsable de las agujetas, como muchas personas aun creen, ni que es un producto de desecho, sino un producto altamente energético, gracias al cual podemos utilizar los hidratos de carbono de la dieta y además contribuye a la formación de la glucosa sanguínea y de glucógeno hepático.

ENTRENAMIENTO DE LOS MÚSCULOS OLVIDADOS

A primera vista todos os pensaréis que el pulmón de estos deportistas está perfectamente preparado para el esfuerzo requerido, pero la realidad es otra. ¿Por qué? En primer lugar porque meter y sacar tanta cantidad de aire tienen que hinchar y deshinchar sus alvéolos a toda maquina y para ello utiliza los músculos respiratorios (diafragma, intercostales y abdominales, entre otros) que tiran y tiran de la caja torácica hasta que se fatigan, algo que suele ocurrir sobre los 30 minutos de esfuerzo intenso y si no se cansan le roban demasiado oxígeno a los músculos del resto del cuerpo ya que también necesitan O2 para contraerse.

En segundo lugar porque es tanta la sangre que circula por los capilares de los alvéolos que en máximos esfuerzos debido a la presión sanguínea y en ocasiones del entorno (cuando se compite en alturas superiores a los 1600 metros) que se rebosa la sangre, encharcándose los pulmones, lo que se conoce como edema pulmonar. Para colmo la sangre pasa tan rápido por los capilares que las moléculas de O2 mucho menos difusivas que las de CO2, apenas si tienen tiempo para atravesar la membrana alvéolo-capilar y de ahí a los glóbulos rojos que los transportará por la sangre.

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Foto: Unipublic / Graham Watson.

Para intentar ser más eficientes en este sentido, tenéis que intentar fortalecer la musculatura implicada en la respiración. Poco a poco los entrenadores se están haciendo eco de estos estudios y están presionando a las empresas para que creen productos para poder entrenar dicha musculatura, pudiéndose encontrar ya algunos en el mercado. Caseramente podríais entrenar estos músculos, especialmente los intercostales, colocando un vendaje que rodease la caja torácica y haciendo cierta presión, con le objetivo de forzar la musculatura durante la respiración. Tened cuidado con la presión y os recomendaría realizarlo en días de entreno suave a no ser que estén muy entrenados. A día de hoy existe tecnología más específica para trabajar los músculos relacionados con la respiración

LA AERODINÁMICA

Muy puesta de moda a partir de los años 80 con los intentos de récord de la hora por parte de Francesco Moser y basándose en las primeras modificaciones que habían realizado los primeros triatletas para poder raspar unos segundos al reloj en el segmento ciclista.

Para mejorar la aerodinámica se juega con la fabricación del material (ruedas, casco, ropa, cuadro,…) y la posición del ciclistas sobre la bicicleta, con el objetivo de que al ciclista durante su movimiento sea capaz de traspasar esa barrera imaginaria que es el aire de la manera mas eficiente posible.

Tercera y última parte: La alimentación y la hidratación

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