Jetse Bol, un holandés en tierras colombianas

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Bol se autorretrata en un entrenamiento en Colombia.

El equipo Manzana Postobón Team, de Colombia, arranca en 2017 en la categoría Profesional Continental. Y lo hace con una abrumadora mayoría de ciclistas colombianos, pero también con tres europeos: un portugués (Ricardo Vilela), un español (Antonio Piedra)… y un holandés, Jetse Bol.

La pregunta es sencilla y obvia: ¿qué hace un potente rodador holandés en un equipo profesional colombiano? El propio Bol contestará a la cuestión después de explicar sus primeras sensaciones al pisar tierras colombianas: «Mi sensación es como si un elefante se hubiera sentado sobre mi espalda. Es lo que tiene irte a Colombia, a 2.500 metros de altitud, cuando has nacido en Avenhorn, es decir, tres metros por debajo del nivel del mar».

Manzana Postobón ya fue equipo profesional en los años 80 y 90. Corrieron Giro, Tour y Vuelta. Y lograron triunfos de prestigio, como la victoria en la general por equipos de la Vuelta a España. En 1992 contaron en su plantilla con seis lituanos, algunos de ellos del prestigio de Arturas Kasputis. Ellos tenían la misión de apoyar a los escarabajos en el llano. Ahora, en pleno siglo XXI, los corredores colombianos se manejan bien en el terreno plano, incluso Postobón cuenta con un velocista muy prometedor: Sebastián Molano, ganador de etapa en Vuelta a Madrid de 2016.

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Bol (derecha), con Piedra, recién llegado a Colombia. Foto: @TeamManzana

Pero sigue siendo necesaria la presencia de europeos que aporten experiencia en carrera y que ayuden en la colocación dentro del gran grupo. Esa será la labor de un Bol que acabará en muchas competiciones lanzando a Molano: «No tengo problemas en ayudar a mis compañeros de equipo. Soy un ciclista rápido, pero no soy un sprinter puro que pueda imponerse en llegadas al sprint de todo un pelotón. Por eso mismo creo que sí que puedo adaptarme bien a la función de lanzar a Molano. También me gustan mucho las clásicas».

Sin embargo, su primer reto ha sido muy diferente y no ha sido deportivo: «En la escuela nunca fui un fenómeno. Siempre estaba con mi cabeza puesta en el patinaje y en el ciclismo. Pero ahora me ha tocado ponerme a estudiar de lo lindo. Desde agosto sabía que el fichaje por Postobón era más que probable, así que instalé una aplicación en mi móvil y he trabajado una hora diaria para aprender el idioma. Llevo tres años viviendo en Cataluña y mi mujer es mexicana, pero mi nivel en español en el pasado mes de julio era todavía insuficiente para comunicarme con directores y compañeros de equipo. Lo más seguro es que si hubiera pedido un café, me habrían servido un trozo de ternera. Así que no había más remedio que estudiar».

Jetse Bol está ahora mismo en Medellín (Colombia), con el resto de integrantes del equipo. Van a vivir una concentración en altura: «Es perfecto. Vamos a estar tres semanas aquí, así que los primeros días son de adaptación y sobre todo para mí, que vengo de vivir toda mi vida a nivel del mar. Tenemos buen clima y buenas carreteras. Vamos a entrenar y luego haremos la presentación oficial del equipo. La idea es mejorar la condición física pensando en el inicio de la temporada». La presentación oficial será el próximo día 31 de enero.

Bol debutará, como el equipo, disputando dos competiciones en Portugal: Volta ao Algarve y Volta ao Alentejo. Luego llegarán otras muchas competiciones en Europa, incluida una prueba del UCI WorldTour: la Volta a Catalunya. No será su debut en la élite, puesto que el holandés compitió durante tres temporadas en Rabobank y Belkin, así que tiene experiencia en el máximo nivel: «Corrí tres años en la categoría WorldTour. Disputé el Giro de Italia de 2014, aunque mis mejores resultados personales siempre fueron en pruebas de repechos o llanas», comenta un Bol que ha ganado en tres ocasiones la general del Olympia’s Tour y en una ocasión la general del Triptyque des Monts et Chateaux.

Con sólo 27 años, Bol vive una aventura curiosa: la del viaje desde Avenhorn hasta Medellín, desde el mar hasta las montañas. Si de joven era el holandés más talentoso del pelotón nacional, junto a Tom Dumoulin, las enfermedades y las caídas no le han permitido crecer al ritmo deseado hasta llevarle al pozo de la categoría continental. Para Bol, la oportunidad de Postobón es perfecta en su sueño de regresar a la élite mundial y, en el camino, apoyar a Postobón en su vuelta a las grandes carreras del calendario internacional. Sobre el papel, una simbiosis perfecta. Luego será la carretera la que dicte sentencia.

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