Iñigo Elosegui (Lizarte): «Buscaré el salto a profesionales en 2020»

inigo-elosegui-lizarte-urduliz-2018

Foto: Oskar Matxin

Para Iñigo Elosegui (Lizarte, 1998), el 2018 han sido prácticamente dos temporadas en una. La primera mitad, un cúmulo de problemas, enfermedades y caídas que lo relegaron a un segundo -o incluso tercer- plano al que no estaba llamado. La segunda, la reivindicación del corredor que es y el que muy probablemente será. Un ciclista que, pese a sus 20 años, es combativo, duro y sobre todo ha logrado desarrollar una enorme fortaleza mental.

Afable y hablador, el ‘León de Zierbena’ -le pusieron el mote en el Giro de Italia sub23- repasa un año del que saca un balance «muy positivo» pese a que empezó mal: «No pude rendir hasta mayo o junio, pero supe darle la vuelta y en tres o cuatro meses que he estado bien he disfrutado y dado un gran paso en cuanto a nivel deportivo», comenta. Ciertamente, da la impresión de que a Elosegui lo que menos le gusta es la zona de confort. Lo difícil se aprecia más cuando se logra: «Si no hubiese pasado momentos malos, no valoraría lo conseguido. Superar los malos momentos te hace más fuerte, y en una carrera deportiva hay que pasarlos. Si no lo haces, si todo va siempre ‘sobre ruedas’, te acabas acomodando. En pretemporada todos soñamos, es la mejor época. Pero luego llega la realidad y cuando ves que no vas, darle la vuelta a eso y ser ‘cabezón’ es lo que hace que te acabe llegando la recompensa».

Por supuesto, el momento cumbre de esta temporada fue el campeonato de España que logró en el mes de junio. Y que, además, fue su primera victoria del año: «La carrera fue durísima, lo sabíamos por el desnivel, pero además hizo calor y la distancia era enorme. Quería buscarlo de lejos, vi el momento y ataqué con Carmelo Urbano y con Parra. Recuerdo que Parra me decía que estábamos demasiado lejos y yo le dije que era entonces o nunca. Lástima que acabara pinchando y no pudiera seguir con nosotros. Vi que Urbano flaqueó en un relevo, le abrí unos metros… pero me iba viendo siempre y no era capaz de sacar más hueco, ni él de cerrarlo. Fue agónico. ¡No me creí que había ganado hasta que me desplomé en meta!».

elosegui-lizarte-euskadi-campeonatos-españa-sub23-linea-2018

Elosegui, Urbano y Pons, el podio del nacional. Foto: RFEC

Además de la cita de Cocentaina, su gran experiencia de vida como ciclista ha sido el Giro sub23, al que Lizarte ha ido por primera vez este año. Además, con un gran cambio mental. Hasta el punto de que reconoce que, sin saber cómo, su cabeza se adaptó al hecho de tener 11 días de carrera: «Aquí haces una vuelta de cinco o seis días… y acabas pidiendo la hora. Allí cuando llevaba seis días era como, ‘bueno, ya llevamos seis. Falta la mitad’. Vas como más día a día. Es muy curioso. Además nos vinimos contentísimos porque a medida que avanzaban los días nos íbamos viendo mejor».

De la experiencia internacional saca una conclusión, y es que el nivel del ciclismo sub23 no es «tan bajo como a veces se piensa», por mucho que falten carreras del nivel del Giro de Italia o las distancias sean más cortas: «Vas allí sin saber qué va a pasar. Había equipos profesional continental como el Axeon, luego en Italia todo el mundo llega en su mejor forma, mientras que nosotros tratamos de estar todo el año parecido. Pero vimos que no nos quedaba tan grande. El Giro sub23 nos dio un plus a todos: plantilla, cuerpo técnico, auxiliares… y nos ha unido todavía más».

Filosofía Lizarte

Si tuviera que quedarse con algo de este año es su regularidad y su salto de nivel. Algo que, asegura, forma parte de la filosofía del equipo Lizarte: «Cuando trabajas bien en los entrenamientos y hay este ambiente… vas con más ganas a correr y todo el mundo se compromete con el de al lado. Lizarte es un equipo que te hace tener mentalidad ganadora porque si no estás bien tú, hay otro compañero que puede pelear y tú intentas ayudarle. Porque en la siguiente él te ayuda a ti», explica.

iñigo-elosegui-lizarte-antzuola-2018

Foto: Lizarte

Todo eso genera una dinámica ganadora. Pero hay que mantenerla a base de trabajo y humildad. De hecho, Elosegui cree que hace mucho más la mentalidad y la actitud que el nombre a nombre de una plantilla: «No tienes por qué tener la mejor plantilla hombre por hombre. Es que aquí el ambiente es buenísimo. Yo sé que esto se suele decir por quedar bien, pero es la verdad. Lo que pasa es que no podemos llegar a un sitio y decir que somos los mejores, en absoluto. Hay gente buenísima en todos los equipos y por eso creo que lo que nos diferencia es mantener esta filosofía».

A día de hoy, Elosegui tiene claro cuál ha sido su gran paso adelante en este año que ya termina. «He dado un salto en rendimiento, me mantengo más tiempo a mayor intensidad. Pero sobre todo he aprendido a moverme en carrera y leerla«, comenta, y eso es en parte también por la filosofía de su equipo: «Se puede decir que he aprendido a correr. Es algo a lo que le damos mucha importancia en el equipo. Cuando estamos en casa comentamos las carreras que vemos en whatsapp. Y sin darte cuenta te vienen conceptos, llega el momento y puedes aplicarlos y anticipar movimientos. En mi opinión, esto es lo fundamental en el campo sub23. Claro que el sueño es estar en profesionales, pero hay que estar lo más preparado posible«.

Un año más

Y precisamente por eso, para estar lo más preparado posible, va a seguir una temporada más en la estructura navarra. Buscando dar el salto ya de forma definitiva en 2020. No será porque le hayan faltado ofertas, más bien al contrario. Pero el ‘León’ entiende que aún tiene mucho para convertirse en adulto: «A la hora de moverme en tramos peligrosos, tengo que saber buscar mejor el hueco y quitar el miedo a colocarme en el pelotón. Desconectar el cerebro, no pensar tanto en el peligro y, en definitiva, ganar confianza en la bici».

lizarte-bizkaia-3e

Martín Bouzas, Álex Ruiz e Iñigo Elosegui. Foto: Oskar Matxin

El mejor sitio para eso, lo tiene claro, es Lizarte. Aunque la tentación le golpeó fuerte: «Tienes ofertas y lo que te pide la cabeza y el cuerpo es decir que sí. Ser profesional ahora, empezar en Mallorca, Valencia, Andalucía… te motivas el triple. Pero luego piensas en frío y estás en Lizarte. Tienes calendario internacional, una buena plantilla y unos directores que trabajan genial. Veo más sensato seguir un año más aquí, progresar lo que me queda, mirarlo con un punto de calma», espeta antes de añadir que su principal objetivo es «sentirme más preparado, gestionar los esfuerzos y cuidar la alimentación».

Así que su objetivo: «Se da demasiada importancia a los resultados, a los números. Luego cuando estás dentro del ciclismo sub23 y hablas con la gente, el sentimiento generalizado es que no tiene por qué ser mejor uno que gana 10 carreras que uno que gana menos. Porque a lo mejor un corredor sabe trabajar, subir bidones, tirar del pelotón, dirigir a los compañeros… y luego gana dos carreras. Para eso está la categoría sub23, para seguir la formación. Los equipos ven cuando hay un buen motor, unas buenas aptitudes. Se dan cuenta. Desde mi perspectiva, cadete y juvenil es para divertirse, sub23 para formarse y en profesionales el contador se pone a cero», concluye. A sus 20 años, el ‘León de Zierbena’ todavía quiere pulirse un poco más antes de dar, ya sí, el salto definitivo.

Las cifras del equipo Lizarte en este 2018