Zeeland experience

(El CAF Turnkey Engineering afrontó la pasada semana su segundo compromiso internacional con la disputa de un vuelta de tres días, EPZ Omloop van Borsele (Holanda), con un equipo mixto: Maialen Aramendia, Nicole De Wit, Nekane Gómez, Aroa Gorostiza, Isabel Martín y Sofía Rodríguez).

Sin pretender que nadie se lo tome como un chiste de trazo grueso, el primer día a poco de llegar, uno ya puede decir que en esta tierra ganada al mar; quien no va en bici, va en silla de ruedas o no va (porque ya viaja en la otra vida).

Las carreteras por muy estrechas y vecinales que sean están bien asfaltadas y cuidadas y se circula con facilidad. Es altamente improbable encontrar un promontorio que pueda ser catalogado como puerto de montaña, por muy escasa categoría que se le otorgue en la escala correspondiente.

Sin embargo, a veces no es tan sencillo pedalear y los propios lugareños tratan de adoptar posturas aerodinámicas cuando sopla el fuerte viento que azota a menudo sobre la planicie.

Se corre, sí, y cuando el pelotón enfila una larga recta tras un giro de noventa grados y la caravana de coches de equipo está aún en el tramo anterior, puedes llegar casi a contar las ciento treinta ciclistas una a una, desde la ventanilla de tu vehículo.

El secreto de estas pruebas es la colocación. Posiblemente sólo descubrimos algo nuevo para nuestras corredoras más jóvenes, así que, tal vez contrariamente a lo que dicta la lógica, se deja de calentar 40 minutos antes de la salida y vamos a la cola para pasar el control de desarrollos y estampar la firma. De inmediato a la línea bajo la pancarta de salida. Allí estuvo en primera fila toda la Selección de Bélgica y enseguida el equipo de la líder.

En clase privilege sólo viajan las portadoras de los maillots. No necesitan pedir permiso para situarse al mando del pelotón antes de arrancar.

Nuestro equipo mixto CAF aprendió por fin la lección el tercer día y así se consiguió en meta un top10, meritorio para la experiencia aportada en este tipo de carreras.

Mirar con timidez a las rivales no es apropiado. Crearse un complejo de inferioridad, es decir no. “Nuestras” chicas tienen tantas facultades o más como para hacerse un sitio entre las mejores. En cuatro días se aprende a correr de otra manera y se demuestra lo que una vale. Hay que adaptarse a lo nuevo y a lo diferente y cuanto antes se haga mejor. Algunas de las ciclistas que han “sufrido” (es la palabra correcta, no lo dudéis) esta experiencia se preguntan ahora si son escaladoras o rodadoras o no sé qué. La respuesta es sencilla: son lo que se hacen. O sea, buenas, y no necesitan cansarse más la cabeza.

No obstante, la clave del proceso se inicia en el generador, llamémosle también motor de arranque, esa pequeña máquina que transmite la energía necesaria al motor principal.

Generar ilusión, generar expectativas, generar motivación: el preludio. El resto ya lo harán ellas aunque se olviden los rodillos en casa.

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