El Tiburón aún tiene hambre

Vincenzo Nibali (1984, Bahrain-Merida) sumó un nuevo podio en la Vuelta a España, segundo por detrás de Chris Froome y el Team Sky. Uno más para la colección particular del italiano.

A sus 32 años -33 en noviembre-, Nibali ha continuado con su excelente línea en las grandes vueltas y no ha decepcionado en su primera temporada con el Bahrain-Merida, después de pasar por Fassa Bortolo, Liquigas y Astana. Con los celestes, firmó sus mejores resultados: el siciliano ganó el Giro en 2013 y 2016 y alcanzó la gloria y el triplete con su triunfo en el Tour de Francia en 2014.

Nibali acumula 18 grandes vueltas: 7 Giros, 6 Tours y 5 Vueltas. Pues bien, acumula diez podios y 14 veces se ha clasificado entre los diez primeros. Junto con Froome, el retirado Alberto Contador y Nairo Quintana es el mejor vueltómano de la década.

Su recolección comenzó en 2010, cuando fue tercero en el Giro 2010 que ganó su entonces líder Ivan Basso y dio el paso en la Vuelta meses después. A sus 26 años ganaba su primera grande. No paró de sumar a partir de entonces: segundo en el Giro 2011 -descalificado Contador- y tercero en el Tour 2012 tras la dupla Wiggins-Froome.

Su asalto al rosa llegó en 2013, era por fin campeonissimo en su país; sin embargo, la Vuelta se le escapaba por 37″ frente al cuarentón Chris Horner. Y al año siguiente firmó la triple corona, ganador del Tour tras los abandonos de Froome y Contador. Era el sexto corredor en lograrlo: su nombre aparece con los más grandes, Eddy Merckx, Bernard Hinault, Jacques Anquetil, Felice Gimondi, Contador y Nibali.

Su apetito no se frenó. En 2015, se quedó por primera vez fuera de los podios desde 2010, cuarto en el Tour (Froome, Quintana y Valverde) y expulsado de la Vuelta por remontar agarrado al coche del equipo.

Nibali, al ataque en el Giro. Foto: Pool Sunada LaPresse – Fabio Ferrari

El mejor Nibali ha vuelto en las dos últimas temporadas. El año pasado, remontó a Esteban Chaves en la última semana y se alzó con su segunda maglia rosa, su cuarta Grande. Entonces cerró su ciclo celeste con el Astana y pasó este año a liderar el Bahrain-Merida. Un cambio que no ha alterado su línea: tercero en el Giro tras Tom Dumoulin y Quintana y segundo en la Vuelta tras Froome -y ganador de etapa en ambas-.

El de Mesina se conforma. «Ser segundo detrás de Chris Froome es un gran resultado. Hemos luchado hasta el final. Con los podios en el Giro y La Vuelta creo que he hecho una buena temporada, siempre he rendido a un alto nivel. No es fácil hacer podio cuando tienes que luchar durante 21 días», decía tras la ronda española.