Songezo Jim, la sonrisa de la Sudáfrica negra

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Foto: Stiehl Photography

Songezo Jim, nuevo fichaje del Kuwait-Cartucho.es después de quedarse sin sitio en el Dimension Data, es la historia de la esperanza de rehacer la vida frente a las dificultades personales y, sobre todo, estructurales, creciendo en un entorno castigado por el apartheid sudafricano. Circunstancias que no le han impedido protagonizar más de un hito histórico del ciclismo de la África negra.

Masiphumelele es un maltratado barrio de Ciudad del Cabo, la segunda ciudad más poblada de Sudáfrica. La conflictividad y las protestas por la desatención son una constante desde hace años. “Es un barrio superpoblado, con muchas casas que se han construido sin ser planeadas, demasiado juntas, por lo que hay un pobre acceso al agua y a la sanidad”, retrata la especialista en salud pública de la Universidad de Cabo Verde, Tollulah Oni. Allí vivía Songezo Jim con su tía, cuando cuando vio pasar la importante marcha cicloturista Cape Argus por delante de su casa y se quedó enganchado al ciclismo. Tenía 14 años y no sabía ir en bicicleta.

Jim nació el 17 de septiembre de 1990 en la zona rural de Mthatha, en Eastern Cape, unas de las provincias más pobres de Sudáfrica. Antiguamente llamada Umtata, fue la capital del bantustán de Transkei, una de las veintes reservas tribales del país en la época del apartheid, territorio en el que también nació Nelson Mandela. Sin embargo, cuando murieron tanto su padre como su madre, tuvo que cruzar el país para irse a vivir con su tía a Ciudad del Cabo, a unos 1.200 kilómetros.

Cuando aquella imagen de cientos de corredores en bicicleta le insipró para empezar a dar pedales, el sudafricano se dirigió a la Velokhaya Life Cycling Academy para dar sus primeras pedaladas. El club se encuentra en Khayelitsha, unos 30 kilómetros más lejos de Masiphumelele. Como resultado de los Group Areas durante el apartheid, la mayoría de habitantes de Masiphumelele eran destinados a Khayelitsha, donde ahora un 90% de una población de más de 300.000 habitantes es negra. En la lengua xhosa, el nombre del barrio significa “nueva casa”.

Seis años después de aquello, Jim ya era profesional. Pasó en 2012 al MTN-Qhubeka (actual Dimension Data) que tantos africanos ha acabado llevando a la élite cobrando el mismo salario que en el Team Bonitas, donde debutó en 2011. Sabía que era una apuesta de futuro, y así se ha comprobado, poniendo en escena por primera vez en la historia del ciclismo europeo de primer nivel a una generación de corredores de la África negra, cuya presencia ya no extraña tanto como las primera vez que debutaran en el continente y de cuyo potencial estamos muy lejos de conocer el límite.

El icono ruandés Adrien Niyonshuti y los talentosos eritreos Merhawi Kudus, Natnael Berhane, Daniel Teklehaimanot y Mekseb Debesay siguen en plantilla del equipo de Doug Ryder para 2017. Sorprendentemente, ha sido el sudafricano quien no ha podido continuar en el WorldTour en un equipo cada vez más competitivo (con las victorias de los británicos Mark Cavendish y Stephen Cummings fue el equipo con más triunfos de etapa en el pasado Tour de Francia), a pesar de haber marcado alguno de los hitos más reseñados del equipo como estandarte del ciclismo africano.

«No creo que esté bien decirlo algo a alguien y luego hacer lo contrario. No lo sé. A veces pasan cosas sobre las que no tienes influencia y tienes que aceptar que no puedes cambiar la situación. No es útil lamentarse”, decía Songezo Jim a CyclingTips cuando supo que su equipo de toda la vida no le renovaría. Con ellos, ha hecho dos grandes vueltas: la Vuelta a España de 2015 y el Giro de Italia de 2016, donde siempre fue el primer sudafricano negro en tomar parte. Ambas las acabó. Aunque donde acaparó más los focos fue en su debut en la Milán-San Remo de 2013, donde además acabaron venciendo con Gerald Ciolek. En un día terrible de nieve que llegó a hacer parar la carrera, Jim tardó 45 minutos para reintegrarse el pelotón tras una caída. Pero ayudó a su equipo.

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Jim en acción durante la 14ª etapa del Giro de Italia 2016, disputada entre Alpago y Corvara. Foto: Stiehl Photography

“Para mí, Jim es una gran persona, que entiende la vida y que sabe cómo ayudarte cuando necesitas ayuda. Podría explicar muchísimas cosas bonitas de él como compañero de equipo”, explica a zikloland.com el ruandés Adrien Niyonshuti, uno de sus mejores amigos en Dimension Data. Ahora, el sudafricano tendrá que rehacer su carrera volviendo a la categoría continental, con el nuevo Kuwait-Cartucho.es, equipo que también ha rescatado a otros corredores de muy dispares pasados que se habían quedado sin hueco en el WorldTour o en categoría Pro Continental, desde Davide Rebellin (CCC Sprandi) y Stefan Schumacher (Christina Jewelry) o el alemán Björn Thurau (Wanty-Groupe Gobert), hijo del histórico Dietrich. Una mezcla inimaginable donde Jim deberá encontrar su lugar.

Es difícil decir hasta dónde puede llegar. Le conozco, sé que es una persona fiel. Todo dependerá de cómo se sienta él y cómo esté su cabeza. Estoy seguro que, si tiene libertad y sigue estando enamorado de la bicicleta para ser ciclista profesional, dará el 100% de si para cumplir sus objetivos”, continúa Niyonshuti. En una nota de su nuevo equipo, el sudafricano expresaba su deseo de “aportar al equipo, sobre todo a los más jóvenes. Inculcarles mi experiencia en las grandes carreras del WorldTour, especialmente en las grandes Vueltas, y también intentar conseguir resultados más concretos en aquellas pruebas donde se confíe en mí”.

Su llegada al conjunto kuwaití-español, que tendrá las miras puestas especialmente en destacar en el Asia Tour, vino de la mano de la agencia de representación Gorama. “Vimos que era un corredor muy experimentado, con años en Continental Profesional y World Tour en sus piernas y no dudamos en contar con él”, explica también a zikloland.com el joven alicantino Axel Costa, nuevo compañero de equipo y encargado del equipo en Europa. “Jim seguro que tendrá un papel destacado durante la temporada. Ha competido en el Giro de Italia y la Vuelta a España, así nos enseñará mucho a los jóvenes y apoyará a nuestros líderes, Davide y Stefan”. Su primera toma de contacto con el equipo será en la presentación del mismo que se celebrará en Madrid el día 29 de enero, que vendrá seguida de una concentración de una semana en Alicante.

Pero, más allá de las ambiciones deportivas, Songezo Jim no olvida de dónde viene y tiene un fuerte compromiso por la tierra dónde empezó, aunque la vida de deportista profesional le haya llevado a vivir durante los últimos años en Lucca (Italia). El sudafricano ha puesto en marcha una escuela de ciclismo en el barrio de Mashiphumelele, donde creció. En la Songezo Cycling Academy, unos 40 chavales se forman con 15 bicicletas que ha comprado el ciclista de su propio bolsillo. Como él ha dicho en más de una ocasión, “ser un buen modelo de conducta para los niños es importante”. Sin embargo, para darle solidez al proyecto, Jim tiene abierta una campaña en la que se pueden hacer donaciones.

De hecho, en una reciente aparición en la televisión pública sudafricana, Jim hacía hincapié en que, con su marcha del Dimension Data, “si miras la plantilla, no hay ningún corredor sudafricano de color. Todavía necesitamos más recursos para que en las zonas menos desarrolladas lleguen bicicletas”. En su memoria está su ejemplo o el de otras historias de éxito de compañeros que tuvo en Velokhaya, como el de Thando Zothe, que sigue compitiendo en Sudáfrica. “Muchos de mis amigos de mi infancia están ahora en prisión o en bandas. Yo puedo decir que soy un afortunado y que el ciclismo salvó mi vida”, explicaba Zothe a la agencia Reuters.

Con todo, Songezo Jim tiene ahora solamente 26 años y mucha vida por delante. “Los últimos cuatro años han sido muy buenos e importantes para mí. Hacer las grandes (el Giro y la Vuelta), ser tercero en el Campeonato Africano… Estoy muy orgulloso de lo que he conseguido, pero todavía hay mucho que debo cumplir», explicaba en la misma entrevista. «Mis mejores años están todavía por delante. Mi sueño sigue siendo correr el Tour de Francia, sea cual sea el equipo”. Y él lo seguirá intentando bajo el lema que reza en su cuenta de Instagram: “Sonríele al mundo y el mundo te sonreirá de vuelta”.

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