Sergio Higuita: «Quiero aprovechar cada segundo con la Fundación Euskadi»

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La Fundación Euskadi ha comenzado el año 2019 mostrando un excelente nivel global. Han ganado clasificaciones secundarias y han sido protagonistas en muchas fugas. Pero la guinda en la Challenge de Mallorca la ha puesto el colombiano Sergio Higuita (1997).

En Zikloland ya habíamos comentado algunas de las mejores actuaciones de Sergio Higuita en 2018, pero su llegada al pelotón español resultó sorprendente puesto que unas semanas antes se había anunciado el fichaje por el equipo Education First, conjunto WorldTour. Ahora llega el momento de conocer mejor su vida y su historia.

¿Cómo un ciclista colombiano acaba corriendo en el equipo Fundación Euskadi?
Todo empezó en el verano de 2018. Education First se fijó en mí y llegamos a un acuerdo. Pero desde el principio me explicaron que soy una apuesta en el largo plazo. Saben que todavía soy sub-23 y les preocupa mi progresión. El manager, Vaughters, comentó que en los primeros meses del año hay que elegir entre París-Niza o Tirreno-Adriático, Volta a Catalunya o País Vasco, clásicas y Romandía, Dauphiné o Suiza… Ellos pensaban que era un calendario muy exigente y querían que yo fuera paso a paso. A veces por querer correr mucho, se avanza poco.

¿Entonces surge la opción de la Fundación Euskadi?
En Manzana Postobón estaba muy bien. Es un equipo al que le debo mucho y ha sido mi familia. Pero necesitaba buscar un equipo en Europa antes de dar el salto al WorldTour. Para mi crecimiento personal, necesitaba un equipo que me diera calendario europeo durante seis meses y que me permitiera vivir nuevas experiencias. En Manzana nos tratan como a hijos y no hay ningún reproche.

Pero ahora he tenido que buscar un piso, lavar la ropa, hacer la compra… Son pequeños detalles, pero te aportan madurez. Te obligan a independizarte y a crecer personalmente. En lo deportivo, es lo mismo: estar aquí desde enero, empezar la temporada en Mallorca… Todos son experiencias nuevas y, además, maravillosas pensando en mi futuro. Por eso, estos seis meses en la Fundación Euskadi son tan importantes: necesito aprovechar cada segundo y aprender. Sinceramente, hemos elegido el mejor equipo posible.

¿Y cómo ha sido la acogida?
Excelente. Ya conocía a un corredor, Peio Goikoetxea, que estuvo con nosotros en Manzana Postobon. Pero rápidamente he conocido a los demás y la relación es muy buena. También con Jorge Azanza. Es un director con mucha fuerza y eso me gusta. Soy un ciclista al que le gusta sentirse exigido por su técnico. Además, tiene mucha experiencia como ciclista profesional y sus consejos me están viniendo muy bien. Estamos en un equipo que tiene como referente a Mikel Landa y está claro que se cuidan los detalles y que se ayuda muchísimo al ciclista.

En lo deportivo, ¿esperabas estar a tan buen nivel en la Challenge de Mallorca?
Sí y no. Si miro la lista de ciclistas que han estado peleando por las victorias, tengo motivos para estar contento. Pero es que las sensaciones entrenando ya eran muy buenas. La idea era llegar a tope al mes de abril, pero en enero me he empezado a sentir mucho mejor de lo esperado y en los entrenamientos los números eran ya buenísimos. El problema es que luego hay que confirmarlo en la carretera y eso es lo que he conseguido en Mallorca. Estoy contento con los resultados. Muy contento.

Pero sobre todo estoy contento por todo lo que estoy aprendiendo. Me falta aún por mejorar en colocación y, sobre todo, en confianza en mis posibilidades. Para eso tengo por delante un calendario maravilloso. Y también me falta un punto de resistencia. Soy rápido y tengo buen final, pero en estas carreras de Mallorca he llegado a los últimos kilómetros totalmente limpio. En la tercera clásica, por ejemplo, me soltó Wellens y luego me soltó Valverde. Son grandes corredores. Pero es que ni siquiera pude plantearme seguir a su rueda. Iba muerto. Por eso aún tengo que mejorar en resistencia.

En principio, ¿qué vas a correr con la Fundación Euskadi?
Creo que la idea es seguir con Comunidad Valenciana y Andalucía. Pero vamos a ir paso a paso. Además, Azanza es muy bueno planificando la temporada y lo que él decida, es lo que haremos. Tengo muchas vueltas de una semana por delante y son carreras que me gustan y donde creo que puedo ir bien, pero también hay que meter descansos y hay que montar un calendario para que todos los chicos del equipo tengan sus oportunidades. En ese sentido, también hay que analizar a mis compañeros de equipo y ver si puedo ayudarles en alguna carrera. Estoy aquí para aprender de todo el mundo y eso incluye trabajar para los demás y cumplir todas las órdenes que me mande Azanza. En junio, me tomaré un descanso y ya pensaré en el calendario de Education First.

¿Qué vas a correr con el conjunto WorldTour?
En principio, voy a disputar Austria, Colorado y Utah. Eso es fijo y tengo una ilusión especial en las dos carreras estadounidenses porque creo que me pueden ir bastante bien. A partir de ahí tengo varias posibilidades, aunque no lo hemos hablado en serio. Incluso hipotéticamente podía acabar en el equipo de la Vuelta a España, pero aún estamos muy lejos de agosto, así que hay tiempo para analizarlo todo. Sólo tengo 21 años, así que no hay prisa. Es el equipo el que debe decidir y son ellos los que desde el principio me están diciendo que empezamos un camino pensado para el medio y largo plazo y que no quieren cargarme de demasiadas competiciones.

La idea de correr seis meses en un equipo continental y después ir al WorldTour ha sorprendido a mucha gente. ¿Cuál es tu análisis de esta cesión?
Cuando me lo comentaron por primera vez, me sorprendió. Así que entiendo que a los demás también les haya podido sorprender. Esa es la verdad. Pero cuando te lo explican bien, rápidamente ves que es lo mejor. Si Education First pensara en los resultados a corto plazo, ya estaría con ellos corriendo. Pero piensan que para mí es mejor completar mi formación sub-23 y sobre todo correr con regularidad en pruebas 1.1, 2.1, 1.2 y 2.2. Son carreras de nivel. En esta Challenge de Mallorca, por ejemplo, había ciclistas como Mollema, Valverde, Wellens o Herrada. Pero también había equipos más pequeños. Y después de las carreras, me podré tomar períodos de entrenamiento y descanso.

Si entras en el WorldTour, todos los rivales son de máximo nivel competitivo, las pruebas son muchas de siete y ocho etapas y encadenas muchos días de fatiga, por lo que la recuperación es mucho más complicada. Ellos dijeron que me querían ver en un calendario un poco más pequeño para que pudiera seguir creciendo paso a paso y para que no dejara de disputar carreras. No quieren que pierde ese instinto y que pase a perseguir a los rivales en demasiados días de competición. Creo que para un ciclista de 21 años, como es mi caso, es una solución perfecta y estoy encantado.

La Fundación Euskadi presenta sus líneas maestras de 2019