¿Qué espera a los ciclistas en esta semana final del Giro?

¿Qué espera a los ciclistas en esta semana final del Giro?

El menú de la semana final incluye platos para todo tipo de comensales, pero sobre todo incluye muchas raciones de alta montaña, así que vamos a afinar bien la agenda para que nadie se pierda lo más importante de los últimos seis días de copmetición en el Giro de Italia de 2022.

El fin de fiesta arranca el martes con una etapa entre Salò y Aprica. Son 202 kilómetros y más de 5.000 metros de desnivel acumulado. Hablamos, por tanto, de la etapa reina de la carrera. La etapa incluye cuatro puertos puntuables y un desgaste que llevará a muchos ciclistas al límite. Entre las subidas destaca una: Mortirolo. Y además está situado bien lejos de la línea de meta, por lo que no habrá ningún tipo de tregua a lo largo de una jornada pensada para la épica.

El miércoles hay otra etapa de montaña: Ponte di Legno – Lavarone, con 168 kilómetros y 3.730 metros de desnivel acumulado. En este caso, la organización ha concentrado la mayor parte de la dureza en los últioms 40 kilómetros, donde es imposible que no haya ataques, puesto que uno de los puertos tiene 8 kilómetros al 10% de pendiente media. Y eso son palabras mayores.

El jueves es el día de descanso activo para los ciclistas. Entre Borgo Valsugana y Treviso afrontarán 156 kilómetros sin muchos más riesgos que el de la tradicional batalla por buscar una fuga y ganar una etapa. La traca final queda reservada para los últimos tres días.

El viernes tenemos una etapa enre Marano Lagunare y Santuario di Castelmonte, con sus 7,1 kilómetros al 7,8%. Por tanto, hablamos de un final en alto y de 177 kilómetros con 3.230 metros de desnivel acumulado. El sábado se redobla la apuesta: «sólo» 168 kilómetros entre Belluno y Marmolada (Passo Fedaia). Son 168 kilómetros y 4.490 metros de desnivel acumulado al tener que superar los puertos de San Pellegrino, Pordoi y la subida final, con 14 kilómetros al 7,6% y tramos realmente muy duros.

Para rematar la semana, los ciclistas afrontarán en Verona una contrarreloj de 17,4 kilómetros, con subida incluida. Si tienen tiempo, no se pierden ni un kilómetro de ni un día. Si tienen que elergir, el martes es día de ver toda la etapa, el miércoles es día de ver los últimos 40 kilómetros, el jueves es día de ver el resumen, el viernes es día de ver la subida final, el sábado es día de ver toda la etapa y el domingo dependerá de lo apretada que esté la general. Eso es todo sobre el papel. Lo bueno es que los ciclistas son especialistas en romper los planes.