Pieter Serry pasa un control… en mitad de la Gala de Flandes

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Foto: Luca Bettini/BettiniPhoto©2018

El ciclista belga del Quick Step, Pieter Serry, denunció ayer públicamente en sus redes sociales la forma en que se le practicó un control antidoping. Más que la forma, el momento. Y es que el experimentado corredor del equipo de Lefevere fue requerido para un test fuera de temporada en mitad de la Gala del Ciclismo Flamenco, donde se estaba premiando a su compañero Yves Lampaert.

Serry, que reaccionó a través de Twitter calificándolo de «una pérdida de dinero» y «vergüenza», tuvo que ausentarse del evento para atender a los controladores de la UCI. Además, reveló que es el segundo control que pasa en dos semanas: «¿No podían esperar una hora a que terminase la gala?», se preguntaba de forma retórica.

Esto no es una situación nueva, ya que en los últimos años se han practicado controles antidoping en las situaciones más inverosímiles y, a veces, rozando algunos límites. De hecho, el colectivo de ciclistas ha empezado a tomar cartas en el asunto.

Por ejemplo, la Asociación de Ciclistas Profesionales ha reaccionado con un comunicado, que se reproduce a continuación:

Después de otro caso de falta de respeto a la privacidad de los corredores por parte de los controladores antidoping, la Asociación de Ciclistas Profesionales dice basta. Esta organización ha señalado a la CADF y a la UCI algunas situaciones intolerables en el ‘timing’ de diversos controles antidoping a los que se ha sometido a los corredores.

«Se han reportado casos donde los corredores han sido sometidos a control en el día de su boda, en un funeral o en el primer día de escuela de su hijo», dice Gianni Bugno, presidente de la ACP. «Ahora leemos el caso de Pieter Serry, sometido a control en la pretemporada, fuera de la hora programada y durante el Festival del Ciclismo de Flandes. A la hora de entrar en la esperada gala, tuvo que abandonar el evento para someterse a los controles. No podemos quedarnos mirando más tiempo este modus operandi que no toma en cuenta los derechos de la persona en lo que respecta a su vida privada. Los corredores pagan el 2% de sus premios para hacer que estos controles sean posibles. Son los únicos deportistas que lo hacen de su bolsillo. Los corredores respetan las medidas requeridas para la lucha contra el dopaje, pero por lo menos piden que vuelva el respeto por sus vidas privadas.

La ACP, en los próximos días, investigará para aclarar quién ordenó los controles a Serry, si la Agencia Nacional Belga o la CAFD. Además, la ACP presentará una petición formal a todos los cuerpos involucrados en la lucha contra el dopaje y a la UCI para establecer un código de conducta para los controladores, para asegurar el respeto a la vida privada de los deportistas al menos en algunas determinadas circunstancias.

«La ACP siempre ha apoyado la lucha contra el dopaje -concluye Bugno- y siempre ha apostado por un ciclismo limpio. Hemos invitado al director del CADF a nuestra última asamblea para trabajar en objetivos comunes. En muchos países organizamos reuniones entre corredores y miembros del CADF para hacer el sistema Adams más comprensible e informar a los corredores sobre sus obligaciones respecto a los controles. Pero creo que es hora de establecer ciertos derechos para los ciclistas también».