Pello Bilbao: «He logrado romper una barrera»
Pello Bilbao, durante el Tour des Alps. Foto: Astana Pro Team
A sus 28 años, Pello Bilbao ha conseguido durante la recientemente acabada temporada 2018 un nivel realmente alto y, lo más importante, acompañado de una gran solidez en su rendimiento. Regular, constante y sin fallos, logró completar una gran campaña y sólo una enfermedad en la Vuelta le privó de dar su mejor versión en la ronda española.
Ahora Pello, consciente de que ha puesto «el listón alto», volverá al Giro de Italia junto a Miguel Ángel López e Ion Izagirre -Bilbao fue sexto el año pasado- y tratará de «aprovechar las oportunidades» en carreras de una semana. Por lo pronto, la pretemporada va para él «por buen camino, con normalidad y tranquilidad» y seguirá con los entrenamientos hasta el próximo 21, cuando se concentrará en Calpe con el equipo kazajo.
Después, ya en febrero, empezará la competición en la Volta a la Comunitat Valenciana para hacer después Andalucía, Volta a Catalunya, Itzulia, Tour del Alps y, finalmente, el Giro para acabar el primer bloque. Un calendario «parecido al de otros años, y que me gusta mucho» y del que ya conoce prácticamente todas las carreras. Y es que Bilbao quiere dar «los mismos pasos» que en 2018 para dar el mismo rendimiento: «En Valencia ya debería estar delante. No será mi prioridad ganar, pero sí quiero estar competitivo desde el principio», explica.

Pello Bilbao. Foto: Bettini / Astana Pro Team
Consignado pues a labores de equipo durante el Giro, buscará su opción en las vueltas de una semana donde cree que puede tener «un par de oportunidades», aunque todo dependerá de quién haya «en cada carrera». De forma más concreta, va mirando ya a la Itzulia. Una prueba que además de ser la de casa, le parece «interesante» porque siempre acaba guardando «alguna trampa», lo que la hace «apropiada» para él.
Pello observa «una progresión importante» en Miguel Ángel López, que buscará la victoria en el Giro. Considera que ha dado «razones para exigirle más» y que la intención de Astana es ir «con todo el equipo» a por la Corsa Rosa. En cuanto a él, recuerda que el sexto puesto logrado en 2018 era algo que veía «muy lejos» y lo define como «una barrera rota» y una oportunidad de demostrarse hasta dónde puede llegar: «Logrado ese límite, se abren nuevos caminos y se ven nuevas oportunidades».
Para este 2019, el corredor vasco afirma que se quedaría «a gusto» si consiguiera «la sensación de igualar lo del año pasado» o incluso mejorarlo: «Un par de victorias como en 2018 y ganar el Giro y ser parte de ese equipo», explica. De un equipo que, por otra parte, le hace sentir ya como en casa con la llegada de los hermanos Izagirre e Iván Velasco: «Quién iba a pensar cuando vine a un equipo de Kazajistán que en dos años habría un grupo vasco de trabajo», comenta, y afirma que ya tenía «buena relación anterior» con Ion y Gorka Izagirre: «Será bonito competir con un equipo medio vasco en algunas carreras», cierra.