Óscar Guerrero, la pasión por dirigir: “Quiero demostrar lo que valgo”

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Óscar Guerrero (1971) nunca se había ido. Él al menos no, aunque no estaba presente en ningún equipo desde la desaparición del Euskaltel-Euskadi en 2013. Dirigir es su pasión y el Israel Cycling Academy le ha abierto la puerta del coche. El navarro comienza una nueva etapa  en la dirección deportiva que le ilusiona.

Ahora solo espera tener la continuidad que le faltó en Kaiku (2005-2006), Fuerteventura (2007), Contentpolis-Ampo (2009) y Euskaltel-Euskadi (2013).

¿Cómo se concreta su fichaje por el Israel Cycling Academy?
Egoi Martínez (el exprofesional del Euskaltel-Euskadi) me dijo que buscaban un director porque dan el salto de categoría. Pude comprobar la idea que tenían y mandé el currículum. Ran Margaliot (el mánager general) me llamó. Quería saber mi forma de pensar y trabajar como director y mi nivel de inglés. Yo creo que su impresión fue buena. En otra llamada, me dijo que habían pensado en mí y al día siguiente de la presentación del Tour de Francia fui a Girona. Nos conocimos y hablamos de ciclismo, de cómo trabajar, de la organización, y fue entonces cuando me dijo que era el perfil que ellos buscaban y que quería contratarme. Me gustó mucho su forma de ver las cosas. Es alguien con las ideas muy claras y preparado y que comparte. Ya fue todo seguido y firmé el contrato.

¿Qué le ha llamado la atención del proyecto del equipo?
Su filosofía es un proyecto muy internacional. Quieren trabajar con jóvenes prometedores y algunos incluso ya han destacado en la categoría Continental. La mentalidad es que primero quieren dar una imagen real del país y por medio del ciclismo hacer ídolos nacionales. Tienen una cantera sub23, de 17 a 20 años que correrán en Europa. Y quieren que el equipo sea el objetivo de los ciclistas nacionales. Al final son chavales con ganas de mejorar, que van a tener hambre  ilusión, y es lo que más me recuerda cuando empecé con Kaiku; todos teníamos ganas.

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Desde 2013 fuera del pelotón profesional, ¿cómo ha vivido estos tres años? ¿No había arrojado ya la toalla?
Por imposible no lo había dejado porque todos los años preguntaba y tiraba de relaciones e influencias para moverme en el extranjero, pero no había posibilidad. Nunca había desistido. Sí que es verdad que a veces te planteas que igual se ha acabado para siempre, pero en la cabeza no lo pensaba realmente. Al final esto me gusta y siempre estas esperando a que llegue una oportunidad. No sé cuál hubiera sido el límite de decir ‘ya se ha acabado’. De momento no lo había visto.
Vuelvo a tener una oportunidad y sí que lo piensas porque es un cambio ya que supone mucho tiempo fuera de casa, tienes mujer, hijos, pero la primera que me apoya es ella. Sabe que es mi pasión y está convencida de que valgo para esto, que no he tenido suerte para tener continuidad, que es lo que me va a llenar, y ella está más contenta que yo. No me lo he tenido que pensar prácticamente nada, ha sido una reflexión pequeña.  Quiero tener continuidad y poder demostrar lo que valgo. Aún no me ha dado tiempo porque no he tenido continuidad.

Kaiku, Fuerteventura, Contentpolis-Ampo, Euskaltel-Euskadi… ¿cómo ha vivido esos proyectos inacabados?
Pues lo vives un poco todo con resignación. Empezamos muy bien con Kaiku pero el proyecto terminó demasiado pronto. Y luego han sido proyectos justos con Murcia, Fuerteventura… Y el tema de Euskaltel parecía que era el sitio para poder trabajar con continuidad pero sucedió lo que sucedió; igual que le tocó a corredores y auxiliares, me tocó a mí. Ahora el proyecto es de tres años y yo he firmado un año. Lógicamente, quieren conocerme. Nunca lo he visto como un problema porque yo pienso que daré motivos para seguir. No me quita el sueño, por encima de todo está la posibilidad de estar otra vez en este mundo.

El móvil ha empezado a sonar de nuevo…      
(Risas) Sabes que es así, es algo que aprendes rápido. Ya en 2008 me pasó. Es normal, es el día a día. Cuando no estás, no estás, no me lo tomo a mal. Es simplemente la diferencia entre estar o no estar. Ahora es normal que todo el mundo te llame porque eres noticia, pero me quedo con estar de nuevo aquí, por encima de que me llamen o no me llamen. Tener la posibilidad de trabajar en lo que te gusta no tiene precio.

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