No quiero un Tour de nueve ciclistas por equipo…

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Foto: Team Sky

El Giro de Italia y, en mayor medida, el Tour de Francia han servido para desmontar la necesidad de ocho corredores por equipo en las vueltas de tres semanas. Se argumentaba que esa decisión estaba unida a una mejora en la seguridad. Pero se ha visto que es un mito. La mayor parte de las voces autorizadas consideran que el Tour con ocho no ha cambiado para mejor. Sin embargo, yo sí quiero un Tour con ocho… pero con dos equipos más (o uno).

Al reducir el Tour en un ciclista por equipo, hemos bajado de un total de 198 participantes a únicamente 176. Es decir, 22 equipos con un corredor menos son 22 ciclistas menos en la salida. ¿Qué ha ganado el ciclismo? El resultado es decepcionante: la carrera no ha estado más abierta y los grandes equipos han seguido dominando con mano de hierro. Tampoco ha mejorado la seguridad: hemos tenido las mismas caídas de siempre. Y la conclusión a medio y largo plazo es que los equipos WorldTour parecen dispuestos a reducir sus plantillas. Un destacado manager de un WorldTour comentaba: «No entiendo que el sindicato de ciclistas no haya montado una huelga. Pero yo me tengo que adaptar a las normas que hay y con estas normas de ocho en grandes vueltas y siete en todas las carreras, me sobran corredores».

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Foto: Team Cofidis

Con el objetivo de mantener intacto nuestro espíritu contradictorio, ahora es cuando paso a defender la medida. Yo sí quiero un Tour con equipos de ocho ciclistas. Pero sólo si a cambio meten dos equipos profesionales más en la salida: 24 equipos x 8 ciclistas serían 192 corredores, es decir, menos de los que había hace apenas un año y menos del máximo legal permitido (200). Si alguien argumenta que correr pruebas con 24 equipos puede ser una carnicería por las caídas y demás, sería bueno que mirase las grandes clásicas o pruebas como la Volta a Catalunya, que supera ese número sin problema alguno.

¿Y por qué esta propuesta? Ahora mismo tenemos 18 equipos WorldTour sin posibilidad de entrada de ninguna otra formación. El sistema de plazas abiertas está bastante limitado. En España, por ejemplo, es difícil que se dé entrada a nuevos equipos mientras haya tres españoles y un Cofidis que tiene una estructura potente, bastante españolizada y que aporta dinero para mantener a flote gran parte de nuestro calendario y no sólo la Vuelta a España.

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Foto: Bettini / Bahrain-Merida

En Francia, con tantos equipos locales tienen que dejar fuera a varios y sólo hay una plaza para extranjeros. En Italia viene a ocurrir algo similar. ¿Por qué esta propuesta sería buena? Muy sencillo: meter dos equipos más en el Tour significaría que esos dos equipos acabarían subiendo su presupuesto un par de millones de euros como mínimo, firmando cuatro ciclistas más para afrontar mejor el reto… y lo mismo podríamos decir de los equipos interesados en correr Giro o Vuelta.

La decisión, sin duda alguna, permitiría tener equipos profesionales más fuertes. Y ésa es la base que acabará alimentando el WorldTour del futuro, cuando vuelvan a abrirse las licencias. Es más, la noticia sería igual de positiva para los corredores, puesto que fortalecería una clase media que el sistema del WorldTour ha frenado convirtiendo en inmenso el salto entre la elite de la 1ª División y la base de la 2ª División.

En fin, es sólo una idea… y seguro que son muchos los que encuentran argumentos negativos. ¡Pero recuerden que la base de un negocio creciente no es quedarse con más porción de la tarta… sino conseguir que la tarta sea más grande para todos!