Nibali, 30.000 metros de desnivel en el Teide en 11 días

El Giro de Italia se acerca inexorablemente y una de las carreras previas más tradicionales, el Tour de los Alpes -antiguo Trentino- arranca el lunes con una participación de lujo. Entre ellos está Vincenzo Nibali, que lleva un comienzo de año discreto pero que no suele fallar en sus grandes objetivos.

Para el ‘Squalo’, no se trata de una simple carrera más: «Me siento vinculado a esta carrera. Gané mi primer Trentino en 2008, repetí victoria en 2013 y luego gané mi primer Giro. Todavía recuerdo la victoria en Folgaria delante de Pellizotti, que este año estará en el coche como director mío», comenta el italiano.

Por otra parte, su preparación va por buen camino a falta de encontrar la chispa que da la competición. Para eso, hará el doblete Alpes-Lieja: «He hecho un trabajo intenso y necesitaré encontrar el ritmo de carreras, pero hay tiempo hasta que el Giro empiece. Me veo con confianza, y tras el Tour de los Alpes volaré a Lieja. Esta carrera me vendrá perfecto para afrontar la clásica de las Ardenas». Ese trabajo intenso se traduce en 11 días concentrado en el Teide, donde ha cubierto 1.400 kilómetros y casi 30.000 metros de desnivel, según confirma su entrenador Paolo Slongo.

Foto: Bahrain-Merida

Sobre el recorrido, afirma que le gusta especialmente el formato de la ronda alpina con etapas «cortas pero exigentes», un camino «al que también están yendo las grandes vueltas». Unas etapas que considera «competidas desde el principio» y resultan, a su juicio, «espectaculares» para la audiencia. Cinco etapas que suman 13.610 metros de desnivel positivo.

Finalmente, en cuanto a sus rivales, se fija en Chris Froome pese a que aún tiene tiempo hasta el Tour: «Julio aún está lejos, pero hablamos de un gran campeón. Froome estará competitivo. Para mí será la primera carrera tras Milán-San Remo y la concentración en altura. Quiero medir mis sensaciones antes del Giro», sentencia.