Mark Cavendish, entre cuchillos y llamadas telefónicas nunca respondidas

Mark Cavendish, entre cuchillos y llamadas telefónicas nunca respondidas

Foto: ©Tim De Waele / Getty Images / Deceuninck-Quickstep

El británico Mark Cavendish siempre es noticia. El corredor de Astaná, que aún no ha debutado en 2023, ha vivido unas semanas muy intensas: ha anunciado su futuro para el corto plazo de la mano de Vinokourov, pero también ha conocido la sentencia por un robo sufrido en su domicilio y las críticas vertidas por su antiguo amigo Max Richeze. Vamos por partes.

Noviembre de 2021. Casa familiar de Mark Cavendish. Romario Henry, Ali Sesav y Oludewa Okorosobo son acusados del asalto y el robo sufridos por el ciclista y su esposa, Peta Todd. La sentencia ha sido tajante: los Cavendish sufrieron «invasión planificada y bien ejecutada». Los ladrones sujetaron con un cuchillo «Rambo» en la garganta a Cavendish en un robo en el que lograron dos relojes con valor de 700.000 libras, así como teléfonos, maletas… mientras el niño era escondido debajo de un edredón por parte de la madre. ¡Una situación terrible!

Finalmente, el juicio ha acabado. Ali Sesav ya había sido condenado en un juicio previo y ahora se sabe que Romario Henry también será condenado por los mismos hechos. En cambio, Oludewa Okorosobo ha sido declarado inocente. En los próximos días se anunciará la cuantía de las penas.

Y mientras Mark Cavendish intenta pasar la página de esa atroz historia sufrida en el final de 2021, el argentino Max Richeze no ha tenido palabras muy bonitas hacia su  compañero. Todo parecía bien encauzado para ambos, con Cavendish camino de B&B y con Richeze coom uno de sus apoyos, pero finalmente la operación se torció. Lo cierto es que las palabras de Richeze son de una claridad incuestionable: «Lamento lo sucedido, porque, al final, muchas familias se quedaron en la estacada, mucha gente se quedó sin trabajo, no sólo los ciclistas, sino también el personal. Lo siento por ellos. Yo iba a formar parte de su paquete, junto con Cees Bol. Íbamos a ser tres. Pero entonces, de un día para otro, Mark desapareció, y también su agente, así que sólo me enteré por la prensa de que habían fichado por el Astana«.

Y ahí viene la gran crítica de Richeze, expresada en los medios de comunicación aprovechando la Vuelta a San Juan, su última carrera: «En diciembre, dejó de contestar al teléfono, y lo mismo ocurrió con su agente. Normalmente, yo formaba parte de su proyecto, él me había llamado para que formara parte de él. Si me hubiera dicho en el último momento: ‘Lo siento, pero sólo hay dos plazas y no puedo llevarte conmigo, no me habría enfadado en absoluto’. Sólo tenía que ser sincero y decirme cómo iban las cosas. Yo lo habría entendido. Simplemente no me gustaba esta actitud en la que un día, todo estaba en su sitio y luego, dos días después, veo en la prensa que ha firmado, y ya no me responde al teléfono. Eso es lo único, era una cuestión de respeto. Habría entendido que me quedara sin equipo, y le habría agradecido igualmente que intentara llevarme con él. Pero no me gustó la falta de comunicación».