Lío en Italia: los jóvenes talentos cambian de residencia para ser profesionales
Foto: Paolo Codeluppi / Bardiani CSF
La Federación Italiana de Ciclismo tiene una legislación diferente al resto de países de Europa. Al menos, en alguno de sus artículos. Por ejemplo, el artículo 3 obliga a los corredores más jóvenes a haber disputado como mínimo un año de junior y dos de sub-23. Pero, ¿qué ocurre si un joven talento italiano quiere pasar a profesionales antes? Pues tenemos el lío formado.
El problema está centrado en el equipo Bardiani-CSF-Faizanè. La familia Reverberi tiene en mente rejuvenecer el equipo ProTeam y para ello están buscando jóvenes talentos. Incluso han firmado al valenciano Iker Bonillo directamente de la categoría júnior. Con Bonillo no hay problema porque es español. Pero no ocurre lo mismo con Alessandro Pinarello ni con Giulio Pellizzari. Los dos son italianos y ninguno cumple con el famoso artículo 3 de la Federación Italiana.
A partir de ahí, tenemos el lío formado. Y también la vieja solución: hecha la ley, hecha la trampa. Los dos corredores italianos van a cambiar su residencia y tramitarán su licencia a través de la federación de otro país. A partir de ese traslado y como el derecho al trabajo es incuestionable y la Unión Ciclista Internacional sí que autoriza a los corredores de 19 o 20 años a ser profesionales, nadie podrá discutir su derecho de formar parte del Bardiani.
La legislación italiana, que puede tener su sentido en el respeto a la formación de los más jóvenes, pierde toda la lógica cuando sí autoriza a los más jóvenes a correr en categoría continental. Por eso mismo Bardiani ha insistido en que no tiene lógica que puedan competir con continentales y no puedan hacerlo dentro de una estructura superior, que va a centrar gran parte de su calendario en dar oportunidades a ese bloque de jóvenes y lo hará con verdaderos salarios de profesional y no con estructuras semi-amateur como muchas veces son los continentales.