Lefevere ataca al mánager de Hermans y Van Kessel: «Es un holandés bocazas»

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Lefevere, a la derecha, en una imagen de archivo. Foto: Deceuninck-Quickstep

Patrick Lefevere ha entrado en el mundo del ciclocross. No hay duda sobre ello. Y lo ha hecho con el respaldo de un patrocinador fuerte: Tormans. Pero también con la misma intensidad con la que siempre defiende sus puntos de vista y ataca a los que considera sus enemigos. El último de ellos, Hans Van Kasteren es el representante, entre otros, de Quinten Hermans y Corné van Kessel.

En una entrevista con HLN, Patrick Lefevere reaccionó ante la marcha de Emiel Verstrynge y Joran Wyseure al Alpecin-Fenix. Son dos de los corredores que sonaban con fuerza para Quick-Step-Alpha Vinyl de ciclocross. Se rumorea que Quinten Hermans y Corné van Kessel podrían seguir el mismo camino. Y Lefevere tiene una reflexión tajante sobre el representante de los corredores: «Van Kasteren es un holandés bocazas».

Lefevere y Van Kasteren han negociado la incorporación de Wyseure, Verstrynge, Van Kessel y Hermans a la nueva estructura de ciclocross del belga: «Era un paquete. Lo tomas o lo dejas. No tengo nada en contra de eso. Pero le dije a Van Kasteren que no firmo un contrato con nadie antes de haber visto y hablado con la persona. Tengo menos interés en Corné van Kessel. Pero tal vez podría haber encontrado un buen papel para él también».

Foto: Intermaché

El plan era mantener una reunión personal con los corredores, dice. Sin embargo, el martes por la mañana, a las ocho, recibió un mensaje: «Lo siento, Patrick, la cita no puede tener lugar». El manager de QuickStep explica el motivo: «Me enteré de que había firmado con los hermanos Roodhooft el lunes por la tarde». Además, parece incluso que los dueños de Alpecin habían llamado a Tormans para decirles que si firmaban a alguno de los cuatro corredores se las iban a tener que ver con ellos.

Lefevere tiene clara su reflexión final: «No voy a perder más el sueño por ello. Ya veremos. Quizá no esté aquí dentro de cuatro años. Pero tal vez dentro de cuatro años, los planes de Van Kasteren también habrán desaparecido».