Leangel Linarez brilló en Portugal: «Sé que podía haber ganado una etapa»

leangel-linarez-miranda-vuelta-portugal-2020

Foto: Gorama Cycling

El inconformismo es innato al deportista de élite. Sentir que se podía haber hecho más. Es el caso de Leangel Linarez (Venezuela, 23 años). El joven sprinter del Miranda Mortagua finaliza la Volta a Portugal tercero en la regularidad con dos terceros y un segundo puesto. El bagaje le hace torcer el gesto. Faltó el triunfo de etapa.

Hace un año, Leangel tan sólo era un debutante en la Volta a Portugal. Un stagiare. Le ofrecieron conocer el profesionalismo de la mano del Miranda Mortagua, equipo portugués de categoría Continental. «El ritmo era durísimo, yo venía de correr en amateur pruebas de 160 kilómetros como mucho. En aquella ocasión las etapas superaban los 200 kilómetros. El ritmo era mucho más exigente, llegaba vacío a las llegadas al sprint«, recuerda.

Su paso por la «Grandissima» fue tan discreto como efectivo: «Me sirvió para aprender. Para tomármelo en serio. Este año entrené en altura, como un ciclista de verdad», explica con determinación.

leangel-linarez-miranda-mortagua-2020-1

Foto: Miranda Mortagua

El cambio, fue abrumador. En tan sólo un año, Leangel, que este año ya finalizó segundo en el Trofeo Apertura, pasó de penar en cada etapa a demostrar su potencial. En la tercera etapa, con final en Viseu, avisó de sus intenciones: «Era una etapa en la que, si quería llegar con los primeros debía pasar un puerto previamente. Efapel puso un ritmo tremendo, pero cuando apenas si podía seguir al grupo, mi compañero Joaquín Silva me dijo que regulase y luego consiguió meterme de nuevo en el grupo», recuerda. En la parte final reconoce haber esprintado a ciegas: «Sabía que había una fuga por delante, pero no cuantos quedaban por ser atrapados. La sorpresa es que sólo quedaba Lazkano (Caja Rural-Seguros RGA). Yo quise hacer primero del pelotón. En los últimos 50 metros me pasó Mclay (Arkea). Mi sorpresa fue que hice tercero en la etapa. Supe en ese momento que el inglés sería el principal rival«, rememora.

Dos días después, en la quinta etapa, sus aspiraciones eran máximas: «Fui con otra motivación. Me sentía capaz de ganar. En los últimos dos kilómetros traté de posicionarme tras el tren del Arkea, pero me tuve que pelear con otros corredores. En el último repecho perdí algunas posiciones y me tocó remontar. Llegué a tener diez hombres delante en la última recta, por eso tuve que esprintar mucho más lejos de mi distancia. Adelanté a nueve. A todos menos a MClay. Ese día pude haber ganado«, explica resignado.

leangel-linarez-miranda-mortagua-2020-2

Foto: Miranda Mortagua

El día siguiente, en la sexta etapa, su sprint tampoco fue el deseado: «Salvé una caída en la parte final de la etapa, pero el tener que remontar para coger la cabeza me hizo perder una bala. Conseguí coger el tren del Arkea, pero en la última rotonda me rocé con un corredor y perdí la rueda de MClay. Sólo pude ser tercero«, describe.

Recordar cada sprint le obliga a reafirmarse: «Sé que podía haber ganado una etapa. No estoy satisfecho, me faltó la colocación perfecta. Iba nervioso por la falta de competición. Me faltaba la adrenalina de las llegadas, pero los rivales son especialistas y eso realza mis resultados. Les felicito por ello, y yo me quedo con lo positivo, que es aprender de los errores», concluye.

Tras la Volta a Portugal, el próximo objetivo será la Volta al Jornal Do Noticias: «Si es que se celebra, ojalá que sea así y que pueda afrontar alguna llegada al sprint con garantías», adelanta. Su sentido tiene. Es la necesidad de calmar su inconformismo.