Las balas pendientes de Valverde
Valverde, en el centro, flanqueado por Restrepo y Konrad el sábado. Foto: Team Katusha-Alpecin
Alejandro Valverde maravilló el sábado en su tierra y el ciclista español suma ya 98 victorias desde su debut pro en 2002. Unas cifras excepcionales para un corredor excepcional, capaz de ganarlo todo, grandes vueltas, vueltas de una semana y clásicas. El corredor total al que aún le quedan retos por alcanzar.
Con un ataque a 70 kilómetros, en solitario y contra el viento, el líder azul alcanzó la quinta victoria en la Vuelta a Murcia. Misma cifra a la que aspira en la Vuelta a Andalucía que comienza el miércoles, ganador de cuatro de las cinco últimas ediciones, 2012, 2013, 2014 y 2016.
A sus 36 años, cumplirá 37 en abril, El Bala sigue incombustible. Eterno; firmó hasta 2019 con el Movistar Team. Poco o nada tiene que demostrar ya, aun cuando le quedan cuentas pendientes que ajustar en un palmarés extraordinario.
Foto: Pol Soler / Adidas
La París-Niza es una de las carreras que no ha logrado conquistar, segundo en 2015 y tercero en 2012, y tratará de hacerlo este año. Tampoco se ha puesto la txapela en la Vuelta al País Vasco, segundo en 2006, una carrera que disputará este 2017 dependiendo si corre antes la Volta a Catalunya, una ronda que sí ganó en 2009.
Las Ardenas son su primer gran objetivo del año; tiene el récord de cuatro triunfos en la Flecha Valona (2006, 2014, 2015 y 2016) y suma tres ediciones de la Lieja-Bastoña-Lieja, 2005, 2008 y 2015 -y segundo en 2007 y 2014- … pero se le resiste la Amstel Gold Race. Una cerveza pendiente, segundo en 2013 y 2015, tercero en 2008 y cuarto en 2014.
Y en la recta final de temporada, se le ha escapado hasta ahora el Mundial, plata en 2003 y 2005 y bronce en 2006, 2012, 2013 y 2014; y un Monumento como Il Lombardia, segundo en 2013 y 2014. Solo le queda el último peldaño, el que da la gloria. Noruega este año podría ser una oportunidad única para vestir el arcoíris.
Durante la Challenge de Mallorca. Foto: Movistar Team
Más lejos ha estado en la Milán-San Remo, 15º en 2016 y 20º en 2015, pues el Poggio no rompe lo suficiente. Y qué decir del Tour de Flandes, donde aún no ha participado y tantas ganas tienes los aficionados por ver su alcance sobre los adoquines. Lleva unos años coqueteando con la idea de disputar De Ronde, pero aún no ha encontrado el momento preciso.
Y también le queda el desafío olímpico, después de disputar cuatro Juegos, Atenas 2004 (47º), Beijing 2008 (13º), Londres 2012 (18º) y Río de Janeiro 2016 (30º)… Los de Tokyo son en 2020, entonces tendría 40 años y ha firmado con el Movistar Team hasta justo un año antes.
En las Grandes Vueltas, le faltaba el podio en el Tour de Francia y no paró hasta conseguirlo en 2015, después de conocer la grandeza del Tour en 2008, cuando ganó en Plumelec y vistió dos días de amarillo. Le faltaba probar el Giro de Italia, y lo hizo a lo grande el año pasado, una etapa y podio, con lo que completaba la triple corona, seis veces en el podio de la Vuelta a España, ganador en 2009. Este 2017, tratará de que sea Nairo Quintana quien gane en París y él será el líder en la ronda española.
Con Quintana en Mallorca. Foto: Photo Gomez Sport
Otras muescas que le faltan y que ha rozado son el Tour Down Under, segundo en 2012 con el mismo tiempo de Simon Gerrans, y la Strade Bianche, tercero en 2014 y 2015.
Cuerda tiene para rato, como demostró el sábado en Murcia; es su pasión y se divierte. La cifra mágica de los 100 triunfos caerá antes o después y entretanto los aficionados seguirán disfrutando de su grandeza y de su raza.
El salto (literal) de Valverde
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