La ventaja desaprovechada de la selección española sub-23 en los Mundiales

La ventaja desaprovechada de la selección española sub-23 en los Mundiales

El Mundial de Australia no ha dejado buenos resultados en ninguna de las categorías inferiores: júnior masculino y femenino y sub-23 masculino se han cerrado con mucho pundonor, pero sin opciones reales de pelear por las medallas. Lo más curioso es que España está desperdiciendo su principal ventaja competitiva de cara a la carrera sub-23 de fondo: la cercanía con la Vuelta a España.

La victoria del kazako Yevgeniy Fedorov ha certificado que disputar la Vuelta a España es una gran ventaja en el fondo y el ritmo de cara al Mundial. Es más, los dos mejores ciclistas de España en la carrera, Raúl García Pierna y Pau Miquel, también han acudido hasta Australia después de correr la Vuelta. Sin embargo, no es lo habitual. España sigue desperdiciendo bazas que disputan la gran ronda nacional y que son, sistemáticamente, olvidados.

En la Vuelta a España de 2021 se vio a tres sub-23 rendir a buen nivel en la Vuelta: Oier Lazkano, que poco después haría 15º en una carrera tan exigente como Luxemburgo, es un buen ejemplo, pero no el único. Pelayo Sánchez venía de hacer 14º en el Artic Race y estuvo realmente bien en la semana final de la Vuelta’21. Y, por último, Carlos Canal firmó dos puestos entre los 20 primeros en etapas de la Vuelta y también fue de menos a más. Ninguno de los tres fue seleccionado. Curiosamente, el mejor en ese Mundial fue Xabier Azparren, que precisamente sí que venía de correr la Vuelta, lo que demuestra la ventaja que supone correr la Vuelta.

En la Vuelta a España de 2022 se repite la historia. En este caso, Carlos Canal ha firmado cuatro puestos entre los 20 primeros en etapas demostrando buena punta de velocidad. Tampoco ha sido convocado. Y de nuevo se confirma que los ciclistas que llegan de la Vuelta, García Pierna y Miquel, son los que mejores rendimientos ofrecen. Por eso mismo resulta más incomprensible todavía que el ciclismo español no aproveche la presencia de jóvenes talentos en la Vuelta para disputar el Mundial sub-23 y que se opte en muchas ocasiones por ciclistas que acuden tras competir carreras con aficionados, sin el fondo ni el ritmo necesario para el reto. En definitiva, hay una ventaja competitiva claramente desaprovechada.