La UCI y la UEC y las dos varas de medir frente a rusos y bielorrusos

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Foto: LaPresse

La Unión Ciclista Internacional (UCI) y la Unión Europea de Ciclismo (UEC) parecen estar mostrando una doble vara de medir a la hora de tomar medidas contra los deportistas rusos y bielorrusos. Así se desgrana en un interesante artículo-análisis de cyclingtips.com, portal que ha tenido acceso a datos que certifican la fisura existente en el seno de los diferentes organismos que gestionan el deporte del ciclismo en Europa y el mundo.

La UCI ha decidido que ningún equipo ruso o bielorruso y, por supuesto, tampoco sus selecciones nacionales puedan volver a competir. Sin embargo, el influyente oligarca ruso Igor Makarov no solo es un buen amigo personal de David Lappartient y resultó clave en su elección al frente de la UCI sino que sigue formando parte del comité de dirección de la propia UCI sin que las sanciones parezca que le vayan a influir de ningún modo. En otras palabras, el castigo ha sido para los deportistas, en algunos casos incluso menores de edad, pero no para las personas que tienen verdadero poder dentro de Rusia y Bielorrusia y que realmente representan a sus países.

Makarov, de quien se especula que tiene una fortuna superior a los 2.000 millones de dólares, es presidente honorario de la Federación Rusa de Ciclismo y mantiene todos sus vínculos de poder en la UCI y la UEC, donde también se mantienen altos directivos de las federaciones de Rusia y de Bielorrusia. Esa doble vara de medir no ha sentado nadie bien a algunos países. La Federación Británica ya ha anunciado que boicoteará cualquier evento de la UEC a no ser que haya medidas duras contra Makarov, Gusyatnikov y Tsylinskaya.

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Foto: LaPresse

«En nuestra opinión, es sencillamente incorrecto que a los funcionarios rusos y bielorrusos se les permita ocupar puestos de honor e influencia al más alto nivel de nuestro deporte mientras nuestros colegas de Ucrania viven temiendo por sus hogares y sus familias», ha explicado el presidente de la Federación Británica, Frank Slevin, en una carta pública. «He escrito a la UCI y a la UEC para reiterar nuestra petición de que las federaciones rusa y bielorrusa sean suspendidas y que no se permita a los funcionarios rusos y bielorrusos ocupar puestos en los Comités de Dirección de la UCI o de la UEC, o en sus comisiones».

Al parecer, Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia, Islandia, Letonia, Lituania, Estonia, Austria, Bélgica, Países Bajos y Polonia piden la suspensión inmediata de estas persona y no aceptan que la autoexclusión de los representantes de Rusia y Bielorrusia sea suficiente. La explicación es coherente: «También creemos que es fundamentalmente erróneo castigar a los ciudadanos rusos y bielorrusos como atletas que representan a sus países, mientras se deja a los miembros de la junta directiva y del comité ejecutivo que representan a los mismos países, en sus puestos. Creemos que esto es inaceptable e injusto y que sólo puede arreglarse suspendiendo a los ciudadanos rusos y bielorrusos en todos los ámbitos, tanto a los atletas como a los no atletas».