La UCI, frente a la «patata caliente» del caso Cian Uijtdebroeks
La Unión Ciclista Internacional tiene que decidir sobre el caso de Cian Uijtdebroeks. Ahora mismo, no hay ningún problema a la hora de afirmar que en Aigle tienen sobre la mesa una verdadera «patata caliente». ¿Qué decidirán? Muchas miradas están puestas en el departamento jurídico de la UCI. Vamos a explicarlo.
1. El ciclista Cian Uijtdebroeks ha roto el contrato unilateralmente desde el 1 de diciembre de 2023. Lo ha hecho argumentando que sufría maltrato psicológico, algo que ha supuesto una profunda indignación en el seno del equipo Bora-hansgrohe. Es más, el corredor ya ha comenzado a entrenar con Visma-Lease a Bike.
2. Los equipos WorldTeam están a la espera de una decisión de la UCI, pero son muchos los que están poniendo el grito en el cielo contra Visma y contra Cian Uijtdebroeks. En ese sentido, Brent Copeland (manager de Jayco) ha comentado: «Si se acepta un caso así y una ruptura unilateral, ¿quién puede garantizar que el año que viene no tendremos a media docena de corredores diciendo que se han sentido mal tratados y rompiendo unilateralmente sus contratos? Esto es muy grave y hay que respetar las normas«.
3. Por otro lado, las fuentes jurídicas confirman que la UCI tiene muchos problemas legales si quiere prohibir el cambio de equipo por parte de un ciclista, puesto que en Europa existe la libre movilidad de trabajadores. Dicho en otras palabras, no hay ley que pueda obligar a un trabajador a seguir trabajando para una empresa en la que no quiere estar. Otra cosa es que ese cambio se pueda hacer gratis.
4. El equipo Bora-hansgrohe solicita un millón de euros. El ciclista parece dispuesto a pagar 100.000 euros. La distancia es muy grande y ahora mismo estamos en mitad de una guerra que va más allá del destino de un ciclista. Eso es lo que tiene que analizar la UCI, puesto que se enfrenta a una situación que puede generar muchos nervios dentro del pelotón mundial. Y todo ello porque partimos de una idea: la UCI no acepta cláusulas de rescisión. La normativa parte de la base de que ningún corredor puede irse si no hay acuerdo entre las tres partes: equipo que ficha, equipo que vende y ciclista. Tal vez el futuro pasa por copiar el modelo español, donde existe por ley la obligación de incluir en los contratos de los deportistas una cláusula de rescisión para certificar que existe una cantidad pactada para la salida. Otra cosa es que en España en ocasiones se esté abusando con cláusulas totalmente incoherentes respecto del salario del trabajador.
5. Vistos los precedentes, es posible especular con la opción más habitual para la UCI en este tipo de casos pero partiendo de la base de que es una especulación y no una información. En Aigle suelen dilatar el proceso de análisis y toma de decisiones durante el máximo período posible para intentar así que las partes lleguen a una acuerdo amistoso. Y, finalmente, hacia mediados de marzo y cuando la tensión sea máxima, propiciarán el cambio de equipo para el corredor dejando el asunto en manos de los juzgados de Austria/Bélgica para que sea la justicia ordinaria la que dictamine.