La invasión de Ucrania, ¿afectará a los equipos y ciclistas rusos?

Las sanciones contra Rusia por su invasión de Ucrania están afectando a todos los apartados: la economía, los viajes… y, por supuesto, el deporte. Ya se ha anunciado oficialmente que Rusia no podrá disputar el Mundial de fútbol. Pero, ¿qué va a suceder en el ciclismo? ¿Habrá sanciones para los equipos rusos? ¿Y para los ciclistas rusos?

El Comité Olímpico Internacional ha solicitado a las diferentes federaciones deportivas de todo el mundo que sean duras en las sanciones a los deportistas rusos y bielorrusos. Esa propuesta ha sido aceptada por varias federaciones. La UEFA, por ejemplo, ha cambiado la sede de la final de la Liga de Campeones de San Petersburgo a París. Pero hay países que directamente están negándose a competir contra Rusia o han cortado de raíz los patrocinios de Gazprom.

El Comité Olímpico Internacional parece querer que las sanciones sean más tajantes e incluso plantea el castigo a todos los deportistas rusos: «El movimiento olímpico tiene como objetivo lograr la paz a través del deporte y unir al mundo en una competición pacífica. Mientras que los atletas de Rusia y Bielorrusia podían seguir compitiendo en eventos deportivos, los ucranianos no pueden debido al ataque a su país. No hay solución para un dilema así, por lo que hemos llegado a esta decisión con mucho dolor. El COI se solidariza con los ucranianos. Están en nuestros corazones y mentes. Nos mantendremos firmes en nuestra tarea de ayuda humanitaria, para la que se ha abierto un fondo».

El problema es que el COI está pidiendo que los deportistas y, por tanto, los ciclistas de Rusia y Bielorrusia no puedan competir. Eso afectaría a corredores de primer nivel como Alexander Vlasov, Ilnur Zakarin o Pavel Sivakov, quien curiosamente se ha pronunciado públicamente contra la invasión de Rusia. Una alternativa que el COI ofrece si no se puede sancionar es la eliminación de símbolos nacionales, colores, banderas o himnos, pero en muchos de estos casos hablamos de corredores que lucen los colores de empresas no rusas y que no tienen ningún lazo con Rusia.

A partir de ahí, el balón está en el tejado de la Unión Ciclista Internacional. Son ellos los que deben tomar una resolución sobre el equipo Gazprom, pero también sobre los corredores rusos y bielorrusos de otros equipos.