La Dogma F de Van Baarle en la Roubaix: Medio siglo esperando este arte del equilibrio

Ineos llevaba 13 años esperando esta victoria y Pinarello más de medio siglo. Finalmente una bicicleta del fabricante de Treviso entró victoriosa al velódromo André Petrieux de Roubaix. Cuando Dylan Van Baarle saboreaba la mayor victoria de su carrera y tras cruzar la meta agarró su Dogma F para a continuación elevarla al aire, es probable que no supiera que había ganado la edición del Infierno del Norte más rápida de la historia o lo mucho que significaba para la marca de su bici conquistar también un Monumento. Pero esa imagen ya forma parte de la leyenda del ciclismo.

La Pinarello Dogma F que el equipo Ineos Grenadiers monta esta temporada y con la que Van Baarle ya fue segundo en Flandes, que ganó hace poco la Amstel Gold Race con Kwiatkowski en un ajustadísimo esprint ante Benoit Cosnefroy o con la que Magnus Sheffield se impuso en solitario en la Flecha Brabançona, es una bicicleta que en palabras del propio fabricante es “el arte del equilibrio”.

Y es también el equilibrio de la evolución de la bicicleta con la que Pinarello ha montado a la estructura Sky-Ineos desde sus primeros pasos en el pelotón profesional. Con ella han ganado varios Tour de Francia, dos Giro de Italia, La Vuelta y con la Roubaix dos Monumentos tras el de Wouter Poels en Lieja.

La Dogma F presenta evoluciones visibles frente a modelos predecesores de Pinarello montadas por el Ineos. La primera y más visible es que ya corren siempre con frenos de disco. La segunda es la limpieza de cables y la tercera la horquilla Onda. El resto, también novedoso, es el grupo Dura Ace Di2 R9250.

A la marca italiana y a los ciclistas del Ineos parece no preocuparles mucho el peso extra de esta Pinarello Dogma F: “Hoy en día mucha gente tan sólo se preocupa por el peso de la bicicleta. Algo engañoso. Nosotros nos centramos en el control, la capacidad de respuesta y la comodidad, y no únicamente en reducir unos gramos”.

En la web oficial de Pinarello señalan los “increíbles números” de esta bici: un cuadro 265 gramos más ligero que el anterior Dogma F12, un 12% más de rigidez en el eje de pedalier, un 3,2% más aerodinámica, 1,3 vatios de ahorro a 40 km/h y justo el doble, 2,6 vatios rodando a 50 kilómetros por hora.

Foto: ASO / Pauline Ballet

Estas ganancias se traducen a su nuevo diseño y el uso de tecnología SLM (Selective Laser Melting) de titanio, rodamientos extra ligeros para la dirección y un mejor conjunto para la instalación de cableado interno y baterías con el enrutamiento TiCR o el perfil FlatBack, que según la marca rebaja la resistencia lateral al viento.

El resto ya lo pusieron las piernas y la habilidad de Van Baarle para saltar en el momento adecuado o la estrategia previa de todo el Ineos colocando a sus 7 Dogma F en carrera en el movimiento perfecto a 210 kilómetros de meta. Además, la fortuna de no contar con pinchazos gracias a las cubiertas Continental GP 5000 S TR de tubeless.

Pinarello y su Dogma F han desbloqueado otro logro. Esta vez en un escenario donde no estaban habituados a ganar o brillar. Pero si quien la sigue la consigue, la marca de Treviso y el Ineos son dos buenos ejemplos de conseguir todo lo que se propongan.