Iván García Cortina, a punto para las piedras

Llega la temporada de clásicas, y en nuestro país se vuelve la mirada hacia un corredor que en las últimas dos campañas ha levantado las esperanzas de la -minoritaria, pero cada vez un poco más numerosa- afición española a este tipo de superficies: Iván García Cortina (1995, Bahrain-Merida). El joven asturiano ya ha dado grandes muestras de calidad en las grandes clásicas. Tal vez sea hora de dar un paso más.

De momento, la preparación para estas pruebas va por muy buen camino. Y así lo demostró en la recién terminada Vuelta a Andalucía donde estuvo a punto de ganar en Torredonjimeno. Le sobraron apenas 20 metros en un ataque de los últimos 600. Sin embargo, y aunque confirma que el ataque era «para ganar la etapa», también había una segunda intención detrás: hacer un esfuerzo máximo pasado los 200 kilómetros de recorrido.

Iván García Cortina, en el pasado Critérium del Dauphiné. Foto: Bettini

«Me quedo con eso, que creo que es muy positivo. Fueron 216 kilómetros de etapa y casi 10 de neutralizada. Poder lanzar una arrancada como aquella a esas alturas me indica que estoy en buena condición para estas carreras», explica el asturiano a Zikloland.

Y es que las clásicas, muchas de ellas cercanas a las seis horas encima de la bicicleta, tienen el momento decisivo a partir de esa línea de los 200 kilómetros, cuando ya no todos los motores funcionan igual. El del asturiano, en cambio, demostró estar en buen funcionamiento. «Un pico de tantos segundos después de seis horas es muy bueno», incide.

Sin embargo, en las estrechas carreteras y empedrados belgas las cosas serán muy distintas: «Al final estás rodando seis horas con ritmo de carrera, un paso que entrenando nunca lo tienes. Las clásicas son distintas porque la primera selección se hace como a los 100 kilómetros o así, allí hay varias selecciones y varias batallas a medida que avanzan. En una etapa como la de Torredonjimeno se decidía todo al final«.

En cuanto a sus objetivos, de primera hora se supedita a un hombre rápido como Sonny Colbrelli. Pero no renuncia a nada si le toca: «Sobre todo llegar en el grupo de delante. Tenemos a Colbrelli y tendré que estar con él hasta lo más lejos posible y tratar de ayudarlo si se llega en algún sprint. Pero si surge alguna oportunidad, trataremos de aprovecharla», argumenta.

Cortina confirma que hará «prácticamente todas» las pruebas adoquinadas de un día. Empezando este mismo fin de semana con la Omloop Het Nieuwsblad y la Kuurne-Bruselas-Kuurne, sábado y domingo respectivamente. Luego irá a París-Niza y después regresará al adoquín. Y, por supuesto, las dos grandes: Flandes y Roubaix. «Haré hasta Amstel, incluida, y con eso acabaré la primera parte de la temporada. Lo de después no lo tengo aún definido». La condición, ya lo ha demostrado, está ahí.