Indurain entra en el Salón de la Fama del Giro
Indurain, con el trofeo del Giro. Foto: RCS
Ya era inmortal desde hace tiempo, pero ahora Miguel Indurain tiene su propio espacio en el Olimpo del Giro de Italia. El campeón navarro ha pasado desde hoy a formar parte del Salón de la Fama de la Corsa Rosa, que ganó dos años consecutivos en 1992 y 1993.
Indurain ha definido como «un honor» formar parte del selecto club de la Corsa Rosa, y se ha mostrado «muy agradecido» a la organización: «Es bonito que hayan pensado en mí 25 años después de mi última victoria. Siempre he tenido una relación especial y sincera con Italia: los fans siempre me han apoyado y aparte de Banesto, casi todos mis patrocinadores de aquellos años eran italianos«, ha dicho.
El campeón navarro es el séptimo integrante del Salón de la Fama junto a Eddy Merckx, Felice Gimondi, Stephen Roche, Moser, Baldini y Bernard Hinault. Y el más reciente de todos.
Sin embargo, si tiene que elegir una etapa, se decanta por la mítica jornada de 1994 que supuso el fin de su reinado en la ronda transalpina: «La etapa de la que tengo más recuerdos es la de 1994, de Merano a Aprica, cuando me escapé con Pantani. Después de subir Stelvio y Mortirolo alcancé a Marco en la primera subida a Aprica pero entré en crisis en Santa Cristina. Traté de alcanzar la maglia rosa que llevaba Berzin, lo di todo porque trataba de ganar el Giro. Fue una etapa intensa y una sucesión de emociones única, incluso aunque no ganó e el Giro. Esta carrera es apasionante cada día, es una gran fiesta ciclista», ha concluido.