Giro Rosa: Una Van Vleuten sin discusión y la esperanza española

eider-merino-movistar-giro-rosa-2018

El 8º puesto final de Eider Merino es un gran paso adelante. Foto: Movistar Team

Se cumplieron los pronósticos y, después de diez días de competición en el Giro Rosa con el mejor ciclismo femenino internacional batiéndose por carreteras italianas, se coronó con el título la neerlanesa Annemiek Van Vleuten (incluyendo tres etapas y más de cuatro minutos respecto a su principal perseguidora), en una edición que confirmó el enorme potencial del ciclismo femenino español, con dos corredoras de 23 y 27 años en el top 10.

Van Vleuten se situó líder sin discusión en la cronoescalada, demostró su superioridad en el Zoncolan y se exhibió en una última jornada para lucirse con tres victorias de etapa. En la general, se impuso por delante de la sudafricana Ashleigh Moolman-Pasio (Cérvelo-Bigla), que con acierto se esforzaba en recordar que se ha convertido en «la primera ciclista africana en subir al podio en una gran vuelta, después de tanto hablar sobre las posibilidades de que esto pasara en los hombres», y cerrando el podio final estuvo su compañera y también vencedora de etapa Amanda Spratt, dejando patente el dominio del equipo australiano.

En un resultado extraordinario, dos ciclistas españolas acababan dentro del top 10,  8ª y 9ª final: eran la recientemente proclamada campeona de España, Eider Merino (Movistar Team) y una Ane Santesteban (Ale-Cipollini) que mantiene su progresión, cada vez más consolidada como escaladora de nivel internacional: antes fue 24º en 2014 y 2016 y 20º en 2017, recuperándose de su accidente.

Por su parte, para Merino era justamente su segundo Giro: supo estar atenta -y salvar alguna de las caídas que afectaron a su equipo- en días que no le eran propicios para llegar con opciones a la montaña, y allí hizo valer su físico de escaladora de peso pluma, especialmente para firmar una actuación sobresaliente en la llegada al temible Zoncolan, donde fue cuarta justamente por detrás del podio final al completo, luchando la tercera plaza parcial con Spratt. A semanas de cumplir los 24 años, su progresión es prometedora.

Y para seguir completando el salto cualitativo que ha supuesto la aparición este año en el pelotón femenino de Movistar Team (¡finalmente segundo mejor equipo!), también estuvo rozando el top 10 la balear Mavi García (1984), que ya fue 16º en 2016 corriendo con Bizkaia-Durango, y que acabó 11ª final demostrando de nuevo altísimo nivel delante de las mejores del mundo a pesar de sufrir alguna caída y contratiempo. Valiente, fue a más e incluso peleó por el triunfo de etapa en la jornada final.

Esto no fue todo en la gran actuación española en la carrera: ganadora de etapa el año pasado, Sheyla Gutiérrez (Cylance) no logró repetir pero estuvo cerca. La riojana se mostró combativa, subió al podio como líder de la Montaña al inicio y trabajó para su equipo cuando fue necesario, especialmente en unos primeros dias marcados por los sprints, con dos victorias de Julien D’hoore (Mitchelton-Scott) y una de Kristen Wild (Team Sunweb), donde tenía la baza de Giorgia Bronzini. Eso no fue excusa para no presentar batalla, destacando especialmente su escapada junto a Alice Arzuffi en la primera en línea (cazadas a 500 metros), y también saliendo al contraataque en una quinta etapa, la única donde ganó una fuga con triunfo para la norteamericana Ruth Winder (Team Sunweb).

Por último, cabe destacar el digno nivel ofrecido por el otro equipo español en liza, Bizkaia Durango-Euskadi Murias, destacando sobremanera el gran nivel mostrado por la joven italiana Alice Arzuffi (escapada tanto en la jornada con Sheyla como en la quinta etapa donde llegó delante y fue tercera y novena en la cronoescalada). Todo el equipo de Agurtzane Elorriaga acabó la carrera, muchas de las corredores españolas más jóvenes fueron cogiendo solidez con el paso de los días y lograron mucha presencia ante equipos con muchos más recursos (incluyendo una reseñable décima posición entre 24 equipos).

Giro Rosa: Van Vleuten se da un homenaje para terminar