Giro Italia: Una crono y tres finales en alto para acabar

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Foto Fabio Ferrari - LaPresse

Ahora sí que sí, esto se acaba ya. El Giro, ahora en su tercera jornada de descanso, se adentra ya en la última y definitiva semana. La que históricamente ha sido siempre la más dura y donde se han producido tremendas explosiones entre los favoritos por la acumulación de esfuerzos. Este año con menos altitudes que en ediciones anteriores, pero igualmente selectiva, el pelotón se encamina a la resolución de la primera Grande del año.

Seis etapas de las que, quitando la jornada del miércoles y el paseo final del domingo en Roma, las otras cuatro son citas ineludibles ya para quienes quieran ganar la carrera. Porque de momento, Simon Yates se ha mostrado superior en la cita italiana, pero tal vez se esté dejando demasiadas fuerzas en el camino. De momento en la montaña nadie le está pudiendo seguir los pasos.

Pero ahora llega el día más temido para él, y el más deseado para Tom Dumoulin que tiene que recuperar tiempo: la contrarreloj de casi 35 kilómetros en Rovereto. Aquí la pregunta es si el holandés le va a quitar toda la distancia a Yates o, por el contrario, éste resistirá de rosa tras esta etapa.

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19ª etapa: Colle Finestre, Sestriere y Jafferau.

Después llegará el tríptico final: el jueves la subida a Prato Nevoso, que en realidad viene sola en una etapa monopuerto. Todo prácticamente plano, con las ondulaciones propias del terreno, hasta que llegue la subida. Mucho más dura va a ser la siguiente, la del viernes, donde se sube la Cima Coppi de este Giro de Italia: el Colle delle Finestre. Luego se encadena con Sestrière y, tras un largo descenso, la ascensión final a Bardonecchia-Jafferau. Quizás sea ese el gran día para desgastar y crear diferencias, con varias incursiones por encima de los 2.000 metros para después volver a bajar. Las alturas también afectan, y en el antepenúltimo día de carrera lo harán más.

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El perfil de la 20ª etapa, el último acto antes de Roma.

Y para rematar, un encadenado de tres puertos durísimos: Tsecore, Sant Panteleon y final en Cervinia. Primera mitad de etapa llana y, después, todo subir y bajar hasta llegar a meta. Será la última oportunidad para desequilibrar el Giro, si es que no está sentenciado ya. Todo dependerá, en gran medida, del nuevo tablero que salga de la contrarreloj del martes.