Fundación Euskadi, el regreso más esperado

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El análisis de los equipos españoles para la temporada 2018 finaliza con la Fundación Euskadi, el regreso más esperado. Y, además, lo hace de naranja en un indudable guiño a los tiempos de Euskaltel-Euskadi y respaldado por dos marcas del prestigio de Orbea y EtxeOndo.

El apoyo del ciclista Mikel Landa llegó en el momento más delicado de la historia de la Fundación Euskadi, cuando la opción más probable parecía la desaparición de un conjunto que durante años se codeó con la elite mundial y que en las últimas temporadas se había quedado limitado a un equipo en la categoría elite y sub-23. Ese nuevo impulso logró motivar a Orbea y EtxeOndo para dar el salto a la categoría continental y, lo que es más importante, para pensar a medio plazo en volver a la categoría profesional.

Pero vayamos a los datos concretos en el corto plazo y al análisis de la parecela deportiva. El equipo, para empezar, cuenta con un gran director deportivo, Jorge Azanza. Y también con una plantilla formada, en su mayor parte, en el seno de la Fundación Euskadi. De ese listado, Juan Antonio López-Cozar puede ser por edad y calidad el corredor que lidere el grupo.

Pero en el salto a continental, la Fundación Euskadi ha buscado también corredores con experiencia. Peio Goikoetxea, por ejemplo, ya corrió un año en la categoría con Manzana Postobón y es un ciclista siempre combativo, calidad muy necesaria en esta categoría. Además, no hay que olvidar a Egoitz Fernández, otro corredor con un año de experiencia y con muy buenas maneras, como demostró al ser cuarto en el Circuito de Getxo de 2017. La experiencia vendrá de la mano de Ricardo García, quien incluso llegó a correr en Euskaltel y quien será, sin duda alguna, el capitán en carrera. También será interesante ver la evolución de Jon Ander Insausti, quien corrió en 2017 en Bahrein-Merida, otro equipo del WorldTour.

La combinación propuesta, por tanto, aglutina a muchos ciclistas sub-23 de la Fundación con corredores que tienen uno o dos años de experiencia en la elite y que llegan a este nuevo proyecto con la intención de relanzar su carrera y lucir el maillot naranja en las carreteras de medio mundo. El primer paso de la Fundación Euskadi está dado y siempre es el más duro. Ahora hay que darle tiempo al proyecto y esperar a ver si esta primera gran noticia puede ir desarrollándose en el día a día.