Fiasco total del experimento de la UCI en Cabras: suspendida por el temporal de viento
La Unión Ciclista Internacional y Flanders Classics decidieron despejar todo el calendario mundial durante dos fines de semana en pleno mes de diciembre para programar carreras en Irlanda e Italia. En concreto, Dublín y Cabras fueron los escenarios escogidos. Pero lo cierto es que el experimento no ha sido un éxito, especialmente por lo que se refiere a la prueba de Cerdeña.
El fuerte viento reinante en Cabras ha llevado a la organización a suspender la carrera. No había ninguna otra opción. Todos los ciclistas así lo admiten. Todo comenzó en la tarde-noche del sábado, con una fuerte tempestad de viento y lluvia. A partir de ahí fueron acumulándose los desastres: un incendio se llevaba gran parte de las instalaciones, el viento rompía las telas de publicidad, el mismo huracán hacía que se cayeran decenas de vallas y arrastraban incluso carpas y partes básicas de la carrera… y lo que es peor: no decaía en intensidad. Con un circuito arrasado y con fuerte viento, la solución pasaba por suspender el evento.
Y lo cierto es que es una decisión pésima para todos: los corredores han hecho un gran esfuerzo económico y logístico para viajar hasta casi la otra punta de Europa con caravanas, bicicletas… y se ven sin el dinero de competir, sin los premios y sin los puntos UCI y los puntos de la Copa del Mundo. La organización, después de meses de trabajo, no sólo no puede ofrecer al mundo una imagen positiva de Cerdeña sino más bien al contrario: publicidad negativa para una isla que quería mostrar playas y buen tiempo garantizado.
Por todo ello toca pasar página, pero pensando en el futuro sólo hay dos opciones: la UCI vuelve a insistir en la vía de Cerdeña y sus playas… o se cierra para siempre un capítulo que molestaba logísticamente a muchos ciclistas por una tema de viaje, costes y esfuerzo. La próxima cita… tenemos cita en Namur, Bélgica, un circuito de los más tradicionales de la especialidad.
