Felline se pierde las Ardenas por una toxoplasmosis

No está siendo el comienzo de temporada esperado para Fabio Felline. En un equipo como Trek-Segafredo, que este año no tiene un líder claro para las grandes vueltas y debe aprovechar sus bazas en otros terrenos, el transalpino se antojaba fundamental y, sin embargo, una toxoplasmosis se ha interpuesto en su camino y lo va a dejar sin competir al menos hasta finales de mayo.

O, realmente, todavía no ha sido capaz de eliminarla. La enfermedad le fue diagnosticada el pasado mes de julio durante el Tour y precipitó el final de su temporada en 2017. Un año que había empezado bien pero se fue torciendo. Y luego se encontró la causa. La toxoplasmosis es una enfermedad parasitaria que provoca una bajada de las defensas, dolores musculares y de cabeza y cansancio generalizado, así como menor resistencia a enfermedades víricas.

Felline ganó el prólogo del Tour de Romandía 2017. Foto: Tour de Romandie

«Fabio no se ha sentido bien todo el año, y decidimos volver a hacerle análisis que evidenciaron que no está del todo recuperado de la toxoplasmosis que sufrió el año pasado. Vamos a empezar un tratamiento específico que durará seis semanas y permitirá erradicarla de una vez por todas«, dice Gaetano Daniele, preparador físico del equipo.

Felline se siente «frustrado y triste» por no poder tomar la salida en las Ardenas, pero admite que lleva tiempo sin encontrar su nivel debido a la enfermedad: «No he logrado ser el que era a principios del año pasado. Parece que llevo mucho tiempo luchando con ese terco parásito», comenta.

En principio y si todo va bien, a finales de mayo estará de vuelta con el dorsal en la espalda: «No es la primera vez que tengo que pelear tras un contratiempo, pero trabajaré para regresar a mi nivel y volver, si puedo, más fuerte de lo que estaba», cierra el italiano.