El tenis: ¿lucha contra el dopaje o solo teatro antidopaje?

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Foto: AEPSAD

El mundo del ciclismo se ha mostrado muy crítico con el del tenis. Acusan al deporte de las raquetas de tener leyes muy relajadas en la lucha contra el dopaje. Pero ahora hay datos para respaldar esa visión. Una investigación del periódico Mail on Sunday ha descubierto que la Federación Internacional de Tenis permite a los mejores jugadores del mundo decidir cuándo quieren pasar los controles antidopaje. ¡Todo un escándalo!

El medio de comunicación británico ha desvelado el sistema instaurado en el tenis: se invitó a los tenistas a reservar día y hora para el análisis de sangre previo al Abierto de Miami, algo que al parecer también se hizo en otros torneos de 2019 y 2021. En otras palabras, no hay ningún tipo de sorpresa a la hora de pasar el control. Se les dice previamente que habrá control sanguíneo y se les da un margen de cuatro días para que seleccionen qué día y a qué hora quieren ser analizados.

El profesor Roger Pielke, fundador del centro de gobernanza deportiva de la Universidad de Colorado Boulder, ha sido tajante: «Parece una violación del «espíritu» y de la letra del código de la Agencia Mundial Antidopaje. Ciertamente, da la impresión de ser un teatro antidopaje«.

Otro punto muy cuestionado es el análisis del pasaporte biológico de los tenistas. La Federación Internacional de Tenisjamás ha sancionado a un tenista por irregularidades en su pasaporte. Lo cierto es que resulta casi imposible que puedan hacerlo cuando no se toman las decisiones necesarias para conocer los datos de los deportistas. En 2021, por ejemplo, sólo se sacó sangre para ver los niveles de cada deportista en dos competiciones, por lo que resulta imposible tener una verdadera valoración de los datos de cada deportista. En ese sentido cabe recordar que el pasaporte es una herramienta muy útil puesto que permite ver si un deportista hace trampas al ofrecer una constante evaluación de los valores sanguíneos, lo que facilita detectar irregularidades.

En ciclismo, por ejemplo, se hacen como mínimo tres controles por sorpresa y la realidad es que la media de controles de un ciclista profesional está en la decena por año. En el tenis solo hubo dos en competición en 2021, con aviso previo, y prácticamente ninguno fuera de la competición.