El modelo Israel y Teuns, ¿se copiará con frecuencia en el futuro?

El mundo del fútbol lleva muchos años con dos mercados de fichajes. El más tradicional es el de los veranos, con noticias esporádicas y con rumores amarillistas constantes. Pero existe un segundo mercado de fichajes: el de invierno. En el ciclismo ocurre lo mismo: hay un mercado de fichajes tradicional: a partir del 1 de agosto se pueden firmar corredores para la siguiente temporada. Pero hay un segundo mercado de fichajes que prácticamente nunca se usa pero que ahora está de actualidad gracias a la jugada entre Israel, Dylan Teuns y Bahrain Victorious.

La Unión Ciclista Internacional nunca ha disfrutado de la posibilidad de que los ciclistas rompan sus contratos para cambiar de equipo. Es más, gran parte de la normativa está hecha para que un corredor que quiera irse… tenga que esperar religiosamente a que su vínculo contractual acabe. Nada de traspasos es la filosofía básica imperante. De todos modos, la UCI aceptó que hay ocasiones en que algunas relaciones están tan envenenadas que lo mejor es abrir la puerta a una salida rápida e indolora.

Para eso se creó un segundo mercado de fichajes: los cambios de equipo durante la temporada. La normativa solo lo permite del 1 al 15 de agosto, es decir, después del Tour de Francia. Dicho de otro modo: si un corredor quiere cambiar de equipo en abril, le toca esperar al 1 de agosto. Pero Dylan Teuns, Israel y Bahrain han puesto sobre la mesa un nuevo debate: un corredor (Teuns) que firma para 2023 y 2024 con otro equipo (Israel), un equipo (Israel) que tiene el dinero suficiente para asumir el coste de ese ciclista desde agosto y que puede acelerar su integración a la nueva estructura y, además, sumar puntos UCI ya en verano y un equipo (Bahrain) que ya tiene planificado su último gran reto del año (la Vuelta) con otros corredores. ¿Por qué no llegar a un acuerdo que sea bueno para todos?

El saltode equipo en agosto es algo que hasta ahora se limitaba a rupturas traumáticas, pero el ejemplo de Teuns abre una nueva vía: equipos que quieran reforzarse para afrontar la Vuelta y la parte final del año y equipos que tengan la temporada bien amarrado y que puedan buscar un ahorro en salarios o incluso un ingreso extra con la venta de un corredor. En el fondo, estamos hablando del nacimiento en el ciclismo de un mercado de invierno al estilo del fútbol.