El equipo ideal de 2019: Mathieu van der Poel, el ciclista total (III)

mathieu-van-der-poel-flecha-brabantse-2019-victoria

Van der Poel, en una imagen del año pasado. Foto: Flecha Brabantse

Mathieu van der Poel (1995, Corendon – Circus) ha conquistado en 2019 a todos los seguidores del ciclismo que aún no lo valoraban por sus éxitos en el ciclocross. El holandés se presenta como el sucesor natural de Peter Sagan.

Aunque sea un recién llegado a la carretera, Van der Poel no es un juvenil. Sus 24 años le aportan una madurez física que le ha permitido desbloquear logros que se le resistían. En febrero, el holandés por fin pudo ganar su segundo mundial de ciclocross, después de verse superado en los tres últimos por Wout Van Aert.

Además, se ha estrenado y por partida triple en la Copa del Mundo de mountain bike en distancia olímpica. Consiguió su primera victoria en mayo en la República Checa y repitió en Val di Sole y Lenzerheide. Triunfos que le han aupado al quinto puesto en el ranking mundial UCI.

mathieu-van-der-poel-mundial-cx-2019-2

Foto: Russ Ellis / @mathieuvdpoel

Y es que, aunque parezca mentira, donde menos destaca Mathieu van der Poel es en la carretera. Esta temporada ha debutado en las clásicas WorldTour con tres grandes éxitos en clásicas, Dwars door Vlaanderen, Brabantse Pijl y Amstel Gold Race, más tres etapas y la general del Tour de Gran Bretaña, aunque fracasó en su primer intento de vestir el maillot arcoíris de carretera. En total, 11 victorias en solo 31 días de competición.

A Van der Poel le ha pesado su falta de experiencia en su primera temporada como profesional en la carretera. Incluso en su mayor victoria, la Amstel Gold Race, atacó a destiempo a 43 kilómetros de meta y lo tuvo que solventar con una genialidad en los últimos kilómetros. En el Tour de Flandes, se le escapó la opción de victoria por una caída derivada de un exceso de confianza y en el Mundial de Yorkshire pagó su máxima entrega en los relevos.

Es una incógnita saber hasta dónde llegará Van der Poel cuando mejore su lectura de las carreras. En 2020, intentará estrenarse en los monumentos y lograr su tercer arcoíris en ciclocross, disciplina a la que vuelve este domingo en el Superprestige de Ruddervoorde, pero su gran objetivo es otro: ser campeón olímpico en mountain bike.

El equipo ideal de 2019: Tadej Pogačar, el vueltómano del futuro (II)

El equipo ideal de 2019: Remco Evenepoel, sin límites (I)