El economista Eduardo Garzón aboga por la nacionalización de la Vuelta a España

Eduardo Garzón, hermano del ministro Alberto Garzón, es un economista famoso por sus intervenciones en televisión, así como por las polémicas generadas a partir de sus comentarios en redes sociales. En la última, su foco ha estado puesto en el ciclismo profesional y más concretamente en la Vuelta a España.

Eduardo Garzón ha hecho incluso un vídeo y también un hilo en twitter. Su idea básica es la siguiente: «La Vuelta Ciclista a España la pagamos también entre todos a pesar de que los beneficios económicos se concentran en una minoría, especialmente en la empresa privada organizadora, que es de propiedad francesa».

A partir de ahí Garzón sigue ampliando: «El evento es organizado por Unipublic, una agencia de la empresa francesa ASO, por lo que los beneficios económicos que obtiene (más de 5 millones € cada año) acaban en bolsillos franceses. El 80% de la financiación de Unipublic se logra a través de empresas patrocinadoras, tanto públicas (como RTVE, Correos, Renfe, Loterías y Apuestas del Estado…) como privadas (Unipublic 2021)».

Foto: La Vuelta

El punto más débil en la estructura, según el economista es: «Las administraciones públicas regionales y locales también aportan financiación a Unipublic, lo que conformaría el 20% del total. Estamos hablando de mucho dinero que oscila en función del tamaño de la localidad, de la etapa en cuestión y de si acoge la salida o la meta de la carrera. El problema es que no hay forma humana de conocer su cantidad exacta porque se oculta conscientemente».

La conclusión de Garzón es rotunda: «Sin el apoyo económico de las administraciones públicas, Unipublic simplemente no celebraría La Vuelta Ciclista. Es un negocio redondo, entre todos les pagamos la fiesta y se llevan más de 5 millones de € al año, un dinero que además acaba en bolsillos franceses. Si la agencia que organiza La Vuelta fuese pública, entonces no habría necesidad de que obtuviera beneficios, nadie se lucraría con el pago de nuestros impuestos, y encima el coste público sería mucho menor. Todos saldríamos ganando, menos los dueños de Unipublic, claro».