El Día Menos Pensado: Análisis de la 3ª temporada

El Día Menos Pensado: Análisis de la 3ª temporada

El Día Menos Pensado ha vuelto a las pantallas. En este ocasión lo ha hecho a través del canal Vamos de Movistar, por lo que no es posible verlo en todas las partes del mundo, tal y como sucedió con las ediciones anteriores. Eso sí, la serie -con cuatro capítulos- ofrece un buen puñado de reflexiones.

El Día Menos Pensado muestra, para empezar, las virtudes de una corredora: Annemiek Van Vleuten. Esta holandesa es un claro ejemplo de lo que debe ser un líder dentro y fuera de las carreteras. El documental se centra en la victoria en el Tour de Flandes, el primer éxito para la estructura de Movistar en los 42 años de historia y la explosión de alegría que eso supuso.

Sin embargo, la mayor parte de los capítulos se centran en la Vuelta. Analizan por encima el Giro de Italia y reflejan la incomprensión del staff técnico ante el abandono de Marc Soler y también muestran imágenes del Tour de Francia, aunque todo el centro informativo está focalizado en la Vuelta.

En esa parte hay que reconocer que el documental ofrece una visión alternativa a la que hasta ahora se conocía. Se desvelan muchas interioridades y la imagen de Miguel Ángel López sale fortalecida. A día de hoy muchos aficionados seguirán pensando que fue un error su abandono en plena Vuelta, pero entenderán mejor lo que venía sucediendo en los días previos y lo que ocurrió en el momento decisivo.

En el vídeo se muestra cómo Enric Mas se quita el pinganillo en la etapa de Velefique, lo que significa el primer punto de conflicto entre los dos líderes, puesto que Miguel Angel López considera ese gesto como una falta de respeto después de que él hubiera estado saliendo a todos los ataques. Y la clave del día más famoso de la Vuelta: López se queda cortado y Enric Mas le dice por la emisora que no tire, aunque el mallorquín afirma posteriormente que el dijo que no tire, que arrancase. Esa segunda parte no se escuchó en la radio. Y las órdenes de la dirección deportiva del equipo estuvieron centradas en controlar a Egan Bernal asumiendo casi desde el principio que el podio se le había escapado, algo que el colombiano tampoco terminó de entender. Es lógico que desde el coche se viera la situación completa, pero también lo es que Miguel Ángel no entendiera órdenes defensivas en un momento decisivo en el que nunca se le llega a pedir ni mucho menos insistir que ataque para dar el todo por el todo.