El ciclocross, pendiente del ritmo de vacunación

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Foto: Prensa Felipe Orts

El ciclismo es un deporte extraño, puesto que no depende de la venta de entradas a los eventos. El ciclismo está basado en la aportación de patrocinadores privados y públicos que pagan a organizadores y a equipos. Sin embargo, la afirmación no es del todo correcta puesto que ese es el modelo de negocio del ciclismo profesional de carretera. El ciclocross sí que vende entradas y, por tanto, necesita mirar de reojo el ritmo de vacunación.

El ciclismo profesional de carretera se ha sabido adaptar a la nueva normalidad impuesto por el drama del COVID-19. E incluso en algunos momentos lo ha hecho con una facilidad pasmosa, puesto que se han disputado pruebas profesionales sin informar del lugar de salida y sin promocionar el lugar de la llegada. ¡Lo nunca visto! Y a pesar de todas esas trabas, el modelo ha permitido que se celebren grandes competiciones como Giro, Tour, Vuelta… pero también pequeñas pruebas de nivel amateur.

El ciclocross es muy diferente. Una gran parte de los ingresos de los organizadores depende de la venta de entradas, sobre todo, si hablamos del Benelux. El pago de 15 a 30 euros por espectador no es nada extraordinario y hablamos de eventos que pueden reunir entre 5.000 y 15.000 aficionados. Calculadora en mano, es muy sencillo comprender por qué el ciclocross se resintió gravemente en la temporada 2020-2021.

Ahora mismo, los organizadores ya están planificando la campaña 2021-2022. Y todos miran de reojo el ritmo de vacunación, puesto que será básico para saber si se acepta o no público en las carreras, lo que es más que necesario para garantizar la viabilidad económica de estas competiciones. Nada puede darse por seguro, pero los síntomas son más que positivos.

En España, por ejemplo, ya se aceptará público en los estadios de fútbol este mismo fin de semana, aunque limitado todavía a 5.000 espectadores. Sin embargo, si miramos países con un ritmo de vacunación más alto, los motivos para el optimismo son más que fundados: el pasado fin de semana se pudo ver un combate de boxeo entre Saúl Canelo Álvarez y Billie Joe Saunders en el T&T Stadium de Texas, con una asistencia de ¡73.126 aficionados! Es más, a finales de mes está prevista la celebración de las 500 Millas de Indianápolis y se espera que haya más de 130.000 espectadores.

El ciclocross internacional, por tanto, tiene motivos para el optimismo. Tal vez las carreras de septiembre todavía lleguen muy pronto para una reapertura total, pero no hay duda de que una temporada que acaba en febrero de 2022 no debería tener muchos problemas para un desarrollo muy próximo a la vieja normalidad, es decir, a lo que conocíamos antes de la llegada del COVID-19.