El caso de Dries De Bondt, la comisión ética de la UCI, las casas de apuestas y la ley del deporte
La Unión Ciclista Internacional anunció que toma cartas en lo sucedido durante la 20ª etapa del Giro de Italia, cuando el belga Dries De Bondt ayudó a Richard Carapaz, ciclistas de equipos diferentes. Todo ello tendrá que ser analizado por la Comisión Etica y puede acabar en una sanción, pero es que en España podría incluso haber sido sancionado de acuerdo con la ley del Deporte. Vamos con el análisis.
La Comisión Etica tiene que juzgar a Dries de Bondt y a uno de los directores del equipo EF Education. En carrera hubo una sugerencia de uno al otro y del otro a uno respecto a un posible fichaje para 2026 si Dries de Bondt (ciclista de Decathlon) trabajaba en favor de Richard Carapaz (EF Education). El gran problema es que hay declaraciones públicas confirmando el hecho. Y eso lo cambia todo porque no habrá que juzgar una sensación… sino una confirmación en los medios de comunicación.
El problema puede acabar en forma de sanción por parte de la Comisión Etica, pero no hay que olvidar que los apostantes y las propias las casas de apuestas podrían haber entrado a poner denuncias si hubiera existido un cambio en la general. Y en ese caso hablamos de reclamaciones civiles millonarias, un detalle en el que nadie ha caído en esta ocasión, pero que está encima de la mesa para oportunidades futuras.
Pero, además, en países como España tenemos una ley del Deporte que, por ejemplo, prohíbe cualquier entre dos equipos de fútbol por dejarse perder (algo obvio), pero también por ganar un partido: las famosas primas a terceros. Y eso es un detalle que los ciclistas no pueden olvidar: está prohibido alterar el resultado de una carrera ayudando a alguien que no forme parte de tu equipo.
Sin embargo, el caso de Dries de Bondt vuelve a recordar una ley básica del ciclismo: no confirmar en público lo que todas puedan pensar en privado. Esa es la clave de la historia. ¿Hipocresía? Por supuesto, pero es que esa ley de la hipocresía está siempre por encima de las comisiones éticas, las demandas de los apostantes o la ley del deporte.
