El corazón de Luis León Sánchez
Luis León, en el podio del Giro con Vinokourov. Foto: Bettini
Luis León Sánchez (1983, Astana Pro Team) no para. Después de lucir su maillot celeste en el Giro de Italia, el ciclista murciano disputará a partir del domingo el Critérium Dauphiné. La carrera rosa le deja un sabor agridulce por no haber podido rematar con un triunfo su trabajo y el de su equipo.
El triunfo le ha sido esquivo en el Giro 100, pese a que lo intentó más de una vez, tercero en Peschici, cuarto en la crono de Montefalco y séptimo en Piancavallo. Su imponente figura sí alcanzó primero la cima del Mortirolo, en honor de Michele Scarponi, y subió al podio final en Milán. Y es que la figura de Scarpa estuvo muy presente toda la carrera.
«El Giro me deja un sabor un poco triste, porque si te digo la verdad, creo que se ha corrido más con el corazón que con la cabeza«, explica el murciano. «Con todo lo que había pasado antes de empezar, venía con las ganas de ganar alguna etapa por dedicársela a Michele (Scarponi), a su familia, y para que el equipo saliera un poco adelante con todo. Quizá al final se gastaron fuerzas que en días clave hacían falta y no se pudo estar tan adelante como se esperaba».
A Luisle se le escapa una victoria que está buscando incansablemente, ya desde la pasada Vuelta a España. «Con peores piernas que las que tenía este año, otros años había ganado. Hubo momentos y decisiones que han sido erróneas tanto por mi parte como de mi equipo. Lo que vale es conseguir etapa, y es en lo que hemos fallado tanto ahora como el año pasado en la Vuelta», zanja.
Gracias a los que siempre están!! Llegará...tiene que llegar??@AstanaTeampic.twitter.com/7ds7NcJtL4
— luis leon sanchez (@LLEONSANCHEZ) 13 de mayo de 2017
El murciano llegó en una gran forma a la corsa rosa, después de un año convulso. «A principio de año se nos pidió a todos los que íbamos a hacer el Giro que había que intentar estar al 100% allí, que era el momento clave del equipo porque Fabio (Aru) quería disputar y el equipo también lo había decidido así por ser el Centenario de la carrera». Un hecho que cambió la planificación de su temporada.
«Habíamos empezado más tranquilos que otros años, cosa que a mí no me gusta mucho porque soy siempre de empezar bien, de empezar temprano a entrenar, coger la forma rápida, y a mí me gusta correr más de lo normal. Luego, por circunstancias de la vida… Fabio tuvo la lesión, vamos a Tirreno y cuando Scarponi parece que está en la línea adecuada para hacer algo bonito en el Giro sucede algo que no debería pasar, y por un accidente nos tiene que dejar. Por unas cosas u otras se ha corrido así el Giro, lo hemos intentado hacer de la mejor manera posible, pero te pones a pensar y hay decisiones en las que nos hemos equivocado», resume.
El fallecimiento de Scarponi, como no podía ser de otra forma, le sacudió. «Yo tuve la suerte de compartir equipo con él y creo que era difícil llevarse mal con un tipo como él, que derrochaba mucha felicidad, amaba este deporte y le encantaba todo lo que hacía. Fue un golpe durísimo, para todos pero creo que sobre todo para el equipo. Se notaba muchísimo cuando él estaba en carrera. Cuando le tenías cerca, era un ambiente diferente, y en eso va a dejar una huella muy importante dentro del equipo».
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— luis leon sanchez (@LLEONSANCHEZ) 23 de mayo de 2017
El mejor homenaje al recuerdo del italiano fue coronar primero el Mortirolo, el puerto al que se había distinguido como la Cima Scarponi. «En aquella etapa, enseguida se partió con la intención de coronar el Mortirolo. Sabíamos que era difícil, porque era un día que llegaba después de una jornada de descanso, que se iba a salir rápido y ese día parecía que se iba a jugar parte del Giro. Decidí arrancar, me vi delante y cuando quedaban 4 o 5 kilómetros puse un ritmo. Le dije a Fraile, que ese día era líder de la montaña, que le iba a disputar la montaña. Me entendió, me dijo que no me la iba a disputar, tampoco lo hizo Landa, y fue un gesto muy bonito por parte de los dos«.
Un Landa con el que mantiene una buena relación y de quien cree que podría haber hecho cosas mucho más grandes en aquel Giro de no ser por su caída. «Le veía muy tranquilo y muy seguro de sí mismo. Ya dio una pequeña pincelada el día que ganó Izagirre de que las piernas le marchaban, atacando, y luego parecía que podía estar con Quintana en el Blockhaus. ¿Qué hubiera pasado sin la caída? No lo va a saber ni él. En la semana última ya demostró ser de los más fuertes de la carrera, incluso para mí pudo ganar las tres etapas seguidas que al final no pudo ganar. Y creo que tiene que darse cuenta que ya tiene una gran vuelta en las piernas y que tiene que aprovecharlo. Los años pasan y muy rápido», recuerda.
Y , después del Giro, la temporada de Luis León no para. «El sábado arrancamos para el Dauphiné con Fabio y Fuglsang. Lo principal es recuperarnos de una carrera de tres semanas, sobre todo psicológicamente sabiendo que la última semana ha sido muy dura. Vamos a intentar recuperar, entrenar muy poco para activar el cuerpo y reposar y estar con la familia, que es lo que mejor nos va a venir», explicaba sobre la semana entre el Giro y la carrera francesa
«Y luego tengo San Sebastián, Burgos y la Vuelta. Y el final de año. Los Campeonatos de España, depende. Siempre he estado, siempre me gusta hacerlos y a ver si se consigue este quinto campeonato de España de contrarreloj, que ya llevo muchos años que ni lo rozo. Todo depende de cómo vaya Dauphiné y cómo salgamos de la carrera, porque si salimos cansados y sin ganas será mejor descansar; sería tontería ir al campeonato. Pero, si todo va normal y salimos con ganas y energía de estar entrenando una semana más, allí estaré», resumía el murciano, que seguirá poniendo el corazón en cada carrera.